El negro futuro del circuito olímpico de Rio de Janeiro

Ya hablamos hace semanas del negro futuro que espera al circuito olímpico de MTB de Rio de Janeiro.

Su destino parece escrito desde hace mucho tiempo: desaparecer. Así como otras estructuras creadas para los Juegos Olímpicos se intentan aprovechar o transformar para recuperar parte de la inversión hecha en ellas, en el caso del circuito de MTB es muy poco probable que sea así.

En los últimos días han surgido varias iniciativas en Brasil para intentar recolectar firmas e intentar que el circuito que mantenga y no sea cerrado y olvidado.

Sin embargo, la situación y ubicación del recorrido hacen que su aprovechamiento para potenciar el MTB en la zona sea una utopía. De hecho, de todas las pruebas de MTB olímpicas celebradas hasta la fecha en MTB sólo Londres ha sabido sacar partido a su circuito olímpico, entorno al cual han creado el Hadleigh Park, donde se conserva el recorrido original (recientemente se celebró en él una prueba de máxima categoría UCI, la HC, con victoria para Schurter) y se ha desarrollado un centro de BTT con muchas actividades paralelas.

El caso del circuito de Brasil es más complejo. De entrada está construido en territorio militar, cedido para los Juegos Olímpicos de forma provisional. De hecho, las favelas de colores que se podían ver en él no eran ninguna decoración, sino simulación de favelas reales donde los militares hacían prácticas de asalto. Todo parece indicar que ahora los militares recuperarán ese terreno para su uso original, y que el trabajado circuito de MTB de Rio de Janeiro pasará a ser historia.