Entrenamiento con restricción del flujo sanguíneo: así está entrando el BFR en el alto rendimiento ciclista
El BFR se está convirtiendo en una herramienta clave en el ciclismo profesional. Equipos como Soudal QuickStep y Tudor ya lo aplican para mejorar el rendimiento y optimizar la recuperación, mientras la ciencia empieza a confirmar sus beneficios en VO2max y adaptaciones musculares.
Este año ha sido el año del salto a la fama de este método
El entrenamiento con restricción del flujo sanguíneo, conocido como BFR, ha pasado en pocos años de ser un método típico de rehabilitación a convertirse en una herramienta de rendimiento utilizada por equipos WorldTour como Soudal QuickStep y Tudor Pro Cycling. Su presencia en el día a día de ciclistas profesionales y deportistas de élite de múltiples disciplinas ha crecido de forma notable y 2025 se ha consolidado como el año de su expansión definitiva.
Continúa tras los patrocinadores
Qué es el BFR y cómo funciona
Crear algo similar a una hipoxia local es la clave del método
El concepto es sencillo. Se aplican bandas o manguitos específicos alrededor de brazos o piernas para limitar parcialmente el flujo sanguíneo durante el ejercicio. Esta reducción crea una situación de hipoxia local que aumenta el estrés metabólico y dispara las señales que favorecen la creación de nuevos capilares, la biogénesis mitocondrial y la activación temprana de fibras rápidas.
Entrenadores que han confiado en este método lo definen así: el BFR genera un entorno similar al del entrenamiento en altitud, obligando al músculo a trabajar con menos oxígeno y acelerando las adaptaciones tanto aeróbicas como neuromusculares.
La razón por la que se ha vuelto tendencia entre los profesionales
Su llegada al deporte profesional lo ha puesto en el primer plano
Lo que comenzó como una herramienta para recuperación tras esfuerzos intensos o lesiones ha pasado a utilizarse de forma regular en sesiones estructuradas de fuerza e intervalos. El pistard olímpico Joe Truman, de Team GB, explica que empezó a usarlo para acelerar la recuperación y que, con el tiempo, se convirtió en un método clave para ganar masa muscular y mejorar la resistencia al lactato.
La incorporación del BFR a los protocolos de recuperación también se ha extendido por su comodidad. Las prendas específicas, como las de la marca británica Hytro, permiten realizar entrevistas, desplazarse en el bus del equipo o incluso ducharse mientras se mantiene el estímulo de compresión. En una gran vuelta, donde cada minuto cuenta, la practicidad pesa tanto como el beneficio fisiológico.
Entrenamiento BFR
Una tecnología en expansión: de la rehabilitación a la investigación espacial
Hytro es la marca tras el impulso de esta tendencia y tiene presencia en multitud de deportes
En 2025, Hytro ha firmado acuerdos con más de 300 equipos de máximo nivel en fútbol, rugby, NBA, NFL, Fórmula 1 y ciclismo. Incluso NASA y SpaceX están probando esta tecnología para mantener la masa muscular en contextos de ingravidez.
El proyecto nació de la mano del fisiólogo Warren Bradley, que buscaba una alternativa a los grandes manguitos clínicos tradicionales, caros y difíciles de usar fuera del laboratorio. Su diseño en forma de prendas de vestir permitió el salto del BFR a los gimnasios, a los entrenamientos en carretera y a los autobuses de los equipos WorldTour.
Evidencia científica: beneficios claros en el rendimiento, dudas en la recuperación
Hay beneficios documentados, pero muy específicos
La investigación independiente ha avanzado especialmente en la faceta de rendimiento. El fisiólogo Richard Ferguson, de Loughborough University, lleva más de una década estudiando el BFR en deporte de resistencia. Sus trabajos muestran mejoras cercanas al 6 por ciento en VO2max cuando se combina BFR con intervalos de sprint en comparación con entrenamientos idénticos sin esta tecnología.
El enfoque más eficaz consiste en aplicar la restricción en las recuperaciones entre esfuerzos intensos, no durante los sprints. Así se suma el estímulo del trabajo máximo con el estrés añadido de la hipoxia en los periodos de descanso activo.
En cuanto al uso para acelerar la recuperación, la literatura es menos concluyente. Algunos estudios apuntan a reducciones notables del dolor muscular y la fatiga, mientras que otros no encuentran diferencias respecto a protocolos convencionales. Todos coinciden en que falta consistencia metodológica y que el área necesita más investigación, especialmente con las prendas comerciales actuales.
Entrenamiento BFR
Riesgos y limitaciones: por qué se debe usar con precaución
Su aplicación plantea también una serie de riesgos para la salud
El BFR no es una técnica inocua. Aplicado de forma incorrecta puede aumentar el riesgo de trombos, daño nervioso o lesiones musculares. El profesor Jose Calbet, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, recuerda que el aumento de la resistencia vascular y del afterload puede generar adaptaciones cardiacas, pero subraya que la evidencia es limitada y que su impacto en deportistas del máximo nivel aún no está bien documentado.
Las recomendaciones para deportistas avanzados son claras: empezar con niveles bajos, progresar de manera gradual y evitarlo en caso de problemas vasculares o cardiacos.
También útil para ciclistas amateurs
Los expertos coinciden en que el margen de mejora puede ser incluso mayor en ciclistas recreativos, ya que sus adaptaciones fisiológicas no están tan exprimidas como las de un profesional. El BFR permite obtener beneficios típicos de entrenamientos muy exigentes a intensidades más bajas y con menos tiempo de dedicación. Además, facilita el mantenimiento de la masa muscular en periodos de poca carga o lesiones.
Entrenamiento BFR
Cómo lo están integrando los equipos WorldTour
Soudal QuickStep como Tudor Pro Cycling son su punta de lanza en el ciclismo
Tanto Soudal QuickStep como Tudor Pro Cycling lo utilizan principalmente en dos contextos: recuperación inmediata tras etapas exigentes y sesiones específicas de fuerza o activación antes de entrenamientos de alta intensidad. El uso se está extendiendo primero en equipos de desarrollo y categorías sub23, el entorno habitual donde se prueban nuevas metodologías antes de generalizarlas en la élite.
El futuro del BFR en el ciclismo
Todo apunta a que el BFR crecerá aún más en los próximos años. Su adopción por equipos de máximo nivel, la aparición de wearables ligeros y la acumulación de estudios que refuerzan sus beneficios en el rendimiento sugieren que el BFR puede convertirse en una herramienta estable dentro del entrenamiento moderno.
Aun así, el campo científico sigue evolucionando y los investigadores advierten que individualizar la presión, controlar la frecuencia de uso y aplicar una progresión adecuada serán claves para que esta técnica encuentre su lugar definitivo en el ciclismo de alto rendimiento.