Durante la prueba inaugural de la Copa del Mundo de DH en Fort William se pudo ver algo nuevo en el stand del equipo Trek World Racing. Un gran box donde el equipo guardaba sus bicis de competición en el inicio del DH mientras los riders calentaban.
La idea viene de los deportes de motor, donde, como en DH, las milésimas cuentan, y el material debe trabajar siempre en su rango de temperatura ideal para conseguir su mejor rendimiento. En las bicicletas de DH, como en los Formula 1, hay componentes que necesitan de una cierta temperatura para dar lo mejor de si mismos. El equipo Trek World Racing ha estado estudiando el comportamiento de sus bicicletas a bajas temperaturas y recopilando datos sobre su rendimiento cuando se calentaban las bicicletas y se mantenían a cierta temperatura. Con ello quedó claro que, con la bicicleta a baja temperatura, los primeros impactos eran «traumáticos» para suspensiones y también para algunos compuestos de neumáticos.
Por ello, diseñado por 23 Degrees, se ideó el Hotbox. Una especie de tienda portátil, de fácil montaje para poder llevarla a la salida de los descensos y ser montada en menos de 10 minutos. Será usada en eventos clave, como la cita de Copa del Mundo en Noruega o Leogang, donde la temperatura puede ser un factor importante. El conjunto cuenta con dos unidades, y cada una de ella puede albergar dos bicicletas.
«Hemos tenido carreras en las que la temperatura en la salida estaba en los 5º, y está claro que la tecnología que empleamos no rinde a su máximo nivel con esas condiciones, como mínimo, hasta que lleva 4 compresiones completas o muy grandes. Quizás haya gente que diga que es ir demasiado lejos, pero lo mismo decían en el mundo del motor hace unos años y ahora es la norma. He pasado mucho tiempo en deportes de motor, y la información que me han dado es muy clarificadora para llegar al actual diseño del Hotbox» explica Martin Whiteley sobre su invento
