Huber ha vuelto a ganar en la 3ª etapa de la Crocodile Trophy. El suizo ha demostrado que es el más fuerte en las subidas, a pesar de ello, al final sólo 6 segundos le han separado de el holandés Jeroen Boelen.
Las circunstancias han obligado a la organización a modificar la etapa, que pasaba a contar con 36km de pistas fáciles, seguidos de 22km de asfalto y 38km más de montaña por un terreno más abrupto y técnico.
A nivel competitivo, un grupo de 9 corredores se destacó casi desde el inicio, trabajando juntos hasta la llegada de una de las subidas finales. A 25km de meta, Huber atacaba y Boelen le seguía. Huber volvía a atacar, quería irse en solitario y no paró hasta conseguirlo. A partir de ahí se dedicó a controlar la carrera para acabar ganando la etapa.
«Subiendo Huber me sacó 300 metros y no podía recuperarlos, y al llegar la bajada desapareció» explicaba el holandés que acabaría segundo. «Los últimos 5km eran exigentes técnicamente. He estado a punto de caerme en 3 ocaciones. Ha sido el momento donde he decidido no arriesgar más, pero de repente he empezado a ver a Huber. Y si que he arriesgado al máximo en el cruce de los ríos. Pero ya estábamos muy cerca de meta y me ha faltado un poco para cogerle.»
«Cuando vas el primero estos cruces de ríos son difíciles de tomar. No tienes ni idea de lo que cubrirá el río y como será el suelo. No he arriesgado nada. Lo más importante era mantener el liderato» comentaba Urs Huber.
Mañana los corredores se enfrentan a 84km de recorrido.
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