Unir creatina y beta alanina se ha convertido en una de las combinaciones más eficientes a la hora de optimizar nuestro rendimiento. Se trata de dos elementos que no solo aportan ventajas cuando los tomamos en época competitiva, sino que también pueden tener un impacto positivo cuando los usamos durante la pretemporada. Para muchos esta época del año va orientada a construir la base sobre la que trabajar de forma más específica a medida que se acercan los objetivos de la temporada. La creatina es un suplemento tan eficaz y seguro a la hora de realizar entrenamientos de fuerza que se ha convertido en el complemento número uno en los gimnasios. La beta alanina es más reciente y aún no es tan popular, pero ha ganado protagonismo tras multitud de estudios que la posicionan como un suplemente especialmente efectivo para mejorar en esfuerzos de más máxima intensidad. Todas ellas propiedades a las que podemos sacar partido en las sesiones de musculación.
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Creatina, un clásico de la musculación que nunca falla
La creatina es uno de los suplementos más seguros que existen en el mercado
La pretemporada ciclista suele ser el tiempo dedicado al trabajo de base y donde gana mucho protagonismo la musculación. En este último campo el consumo de creatina ha probado, durante años, sus beneficios claros. Lo que más atrae a los consumidores de creatina es su capacidad para acelerar el crecimiento muscular. Es una sustancia con más de 200 años de investigación a sus espaldas y sin ningún efecto secundario probado en individuos sanos. No solo aporta ventajas desde un punto de vista deportivo, también lo hace en un plano de salud general, con aumento probado de la función cerebral o mejoras para prevenir ciertas enfermedades neurológicas.
Si bien era un producto muy centrado en los gimnasios sus ventajas hace tiempo que llegaron también a deportes de resistencia. Y especialmente en el MTB, donde se combina la resistencia con momentos de máximo esfuerzo. A diferencia de la carretera, los bikers suelen necesitar mayor explosividad y un mejor tono muscular global en todo el cuerpo para enfrentarse al desgaste adicional que suponen bajadas técnicas y las ascensiones especialmente duras que encontramos en la montaña.