¿Qué supone la Absa Cape Epic para un aficionado? Didac Sabaté y la Scott Spark RC más espectacular para celebrar un desafío de vida

Hace un año que arrancó la preparación para la prueba y la decisión de tomar parte en ella fue una decisión familiar

El caso de Didac Sabaté representa a la perfección lo que hay detrás de la participación en una Absa Cape Epic para un deportista aficionado. La espectacular Scott Spark RC 900 personalizada que ha creado es el punto final de la larga preparación que hay tras la prueba. La celebración de todo el camino realizado para llegar a la cita en el mejor momento posible y las mejores condiciones posibles.

Todo empieza, aproximadamente, un año antes de la carrera. «Ahora justo lo recordaba. En marzo de 2018, con una foto en el gimnasio haciendo spinning, que era lo que podía hacer en ese momento.» Tomar parte en la Absa Cape Epic no es nada improvisado. No tiene nada que ver con esa prueba de fin de semana a la que te apuntas en último momento. Requiere una enorme planificación a todos los niveles. «Inscribirse es caro y no es un calentón. Pero al final, apuntarse es lo más fácil. Lo difícil es la preparación que tienes que hacer. No tengo ninguna experiencia en nada similar y no sé lo que me encontraré. Lo que puedo decir es que, para un amateur, el pre carrera ha sido durísimo. Y más en el momento personal en el que me encuentro, tanto a nivel de trabajo como familiar, con una hija de un año. Realmente requiere un sacrificio brutal. El primer paso para apuntarme fue hablarlo en casa, con mi mujer. Participar en la Absa Cape Epic es una decisión de los dos, porque al final nos afecta a los dos. No es solo una decisión mía. El sacrificio de mi mujer también ha sido espectacular. Por las horas que tienes que pasar fuera entrenando y preparándote y que tienes que rascar del tiempo familiar.»

La dificultad para poder entrenar entre semana hace que el fin de semana sea clave para sumar horas de entrenamiento, una circunstancia habitual entre los aficionados

Precisamente la preparación física para un evento de 8 días y con largas jornadas sobre el sillín es, sin duda, el tipo de prueba que obliga a dedicar más tiempo a sus futuros participantes. «He intentado seguir las pautas que da la Absa Cape Epic en la preparación de la prueba. Habla de hacer 12 horas semanales. Pero para mi el problema es que, por mi tipo de trabajo, que además me obliga a viajar mucho, entre semana me es muy difícil sumar horas. Así que tengo que tirar de fin de semana. Aprovechar sábado y domingo para hacer tiradas largas y potentes de forma que pueda compensar algo lo poco que puedo hacer entre semana.» Una situación que refleja de forma clara las limitaciones que tienen que afrontar los aficionados que buscan meterse en un reto de ese tamaño. Compaginar familia, trabajo y entrenamiento es, casi siempre, un puzzle difícil de encajar.

1 año de preparación da para mucho. Para pasar por muchas fases diferentes. De la motivación e ilusión inicial a momentos duros que pueden hacerte pensar en desistir. «Al principio la ilusión es enorme, pero va pasando el tiempo y el nivel de exigencia hace que sea muy duro. No sé como será la preparación de un pro, pero para un amateur ha habido momentos en los que he pensado que esto lo haría una vez y no más. El clima de Zaragoza – donde reside – tampoco es el mejor para entrenar, especialmente en invierno. Días de viento, de frío que hacen que los entrenamientos sean aún más difíciles. Días que, en otras circunstancias, no saldrías en bicicleta. Pero tienes el objetivo de estar en la Absa Cape Epic y haces el esfuerzo. Muchos días que suman doble, por el entrenamiento físico y el mental.»

A nivel personal, estar en la Absa Cape Epic es un sueño.

La sensación de mejora, de progreso, es uno de los motores que hace que la motivación no decaiga. El propio Didac Sabaté nos los explica. «Llevaba mucho tiempo sin ritmo en bicicleta. Iba saliendo de vez en cuando. Pero sin regularidad. Me comparaba con gente que sí que compite de forma habitual y era evidente que no estaba en el ritmo que necesitas para una prueba así. Por eso también mi preparación ha sido a largo plazo. Lo primero que noté es que mejoraba mucho la recuperación del día a día. Después, vas saliendo con los compañeros y ves que mejoras, que cada vez vas a mejor ritmo y te sientes más cómodo. Buscas intentar hacer más días de bicicleta seguidos. Estoy contento por la sensación que tengo de haber hecho los deberes antes de la carrera. Sé que sufriré, pero si vas preparado es otro tipo de sufrimiento. A nivel personal, estar en la Absa Cape Epic es un sueño. He hecho la Costa Blanca Bike Race y la Mediterranean Epic para acabar de probarme. Creo que nunca había estado tan bien de forma. Era uno de mis miedos más grandes, saber si tendría el nivel necesario para una carrera así.»

Viendo todo lo que significa estar en la línea de salida de la Absa Cape Epic, entendemos que la decoración personalizada de la Scott Spark RC 900 que lucirá en Sudáfrica es toda una celebración del camino recorrido para llegar ahí. «Es una idea que surgió hace poco. Quería hacer algo especial. No sé si volveré a la Absa Cape Epic más veces. También es una representación del momento tan especial que estoy viviendo en el plano profesional y personal. Quise hacerme un auto regalo. Para mi es un sueño hecho realidad. Mi historia es muy diferente a la de un pro. Es un esfuerzo económico grande, un esfuerzo personal, un esfuerzo familiar… este cuadro me lo quedaré para mi como recuerdo de todo lo que ha supuesto la Absa Cape Epic.»