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Bruni explica por qué no bajó en MSA: «Cuando vi su tiempo en el teléfono, sabía que estaba acabado»

Bruni detalla en Just Ride cómo la lesión, la presión y las críticas marcaron la final de Mont Sainte Anne, resumida en su frase más dura: «Cuando la gente habla sin saber, me entran ganas de darles una bofetada».

El guion, en su cabeza, era perfecto

Loïc Bruni afrontaba la última prueba de la Copa del Mundo 2025 con una mezcla de presión y ambición. Había completado un año sólido, con victorias clave y un duelo eléctrico con Jackson Goldstone que mantuvo vivo el campeonato hasta el final. Llegó a Mont Sainte Anne con una ventaja de 72 puntos, una diferencia que no garantizaba nada, pero sí le dejaba en una posición favorable: Jackson necesitaba ganar o ser podio para arrebatarle el título, mientras que Bruni solo tenía que asegurar un tercer puesto si su rival se imponía. Él mismo admite que soñaba con un cierre perfecto, cruzando la meta como último hombre en pista, ganando la carrera y marchándose directamente a casa para recibir a su primer hijo. En su cabeza, el guion era impecable. Pero la realidad iba a ser muy distinta.

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La caída que cambió por completo el escenario

«No tenía ninguna opción de bajar a ritmo de carrera»

En los entrenamientos libres, Bruni sufrió una caída que derivó en un hematoma profundo en la pierna. No era una simple contusión: era una lesión que le impedía doblar la pierna, empujar en los apoyos o absorber compresiones. “No tenía ninguna opción de bajar a ritmo de carrera”, reconoce en el podcast. Aun así, no renunció automáticamente. Sabía que había escenarios en los que podía salvar el título sin necesidad de forzar. Si Jackson fallaba y quedaba séptimo u octavo, él podía completar la bajada en modo supervivencia, sentado y sin calar, solo para sumar los puntos mínimos. El margen físico rozaba lo absurdo, pero matemáticamente era viable. Ese detalle condicionó toda la estrategia del fin de semana.

Loic Bruni

La estrategia más criticada del año: subir a la salida para presionar a Jackson

«¿Qué esperan que haga? ¿Levantar una bandera blanca en meta?»

Bruni decidió subir igualmente a la rampa de salida para mantener una presión psicológica total sobre Goldstone. Su idea era sencilla: no dejar que Jackson supiera hasta el último segundo si él iba a bajar o no. Si su rival arriesgaba de más, si pinchaba, si cometía un error, Bruni bajaría como fuese para asegurar el título. Lo admite abiertamente: “¿Qué esperan que haga? ¿Levantar una bandera blanca en meta?”. En su visión, era parte del juego. Se trataba de una Copa del Mundo, de un título global, y la presión forma parte del deporte profesional. De hecho, incluso calentó en la parte alta, aunque sabía que no iba a poder afrontar un descenso real. Permaneció fuera de la vista del resto durante el momento decisivo. Todo formaba parte del plan.

Loic Bruni

El instante clave: el tiempo de Jackson en el móvil

Ver el tiempo de Goldstone fue el factor que acabó decidiendo que no bajase

La decisión final se tomó mirando el móvil, en directo, frente al tiempo de Goldstone. Jackson marcó el mejor registro. Con eso, cualquier esperanza numérica se evaporó. Bruni sabía que no podía aspirar al tercer puesto necesario para mantener la general si su rival ganaba, así que la única opción fue renunciar. “Cerramos las maletas y nos vamos”, recuerda. En ese momento, la frustración explotó. No solo había perdido la general. No había podido demostrar que ese fin de semana tenía ritmo para ganar. Ni siquiera pudo disputarlo. Mientras él descendía en la góndola, dolorido y abatido, en meta ya llamaban a los corredores para el podio.

Jackson Goldstone

La polémica por no salir en el podio: una ausencia inevitable

«Si hubiera podido estar, habría estado. No tengo ningún problema en ser segundo»

La ausencia de Bruni en la ceremonia encendió las redes. Algunos lo acusaron de mala deportividad y de haber desaparecido deliberadamente. Él lo explica con contundencia: era imposible llegar a tiempo. “Si hubiera podido estar, habría estado. No tengo ningún problema en ser segundo”, afirma. Entre el tiempo perdido bajando desde la salida, el dolor, la logística y el bloqueo emocional del momento, no había forma física ni temporal de llegar a la ceremonia. La situación fue tan intensa que decidió apagar el móvil durante semanas. Recibió miles de mensajes, muchos de apoyo, pero también una ola de críticas que lo dejó exhausto. “Cuando la gente habla sin saber, me entran ganas de darles una bofetada”, admite.

Loïc Bruni

Del fracaso deportivo a otro tipo de carrera contrarreloj

Terminó pasando por el quirófano

La frustración deportiva no fue el final del calvario. A toda prisa, Bruni voló para intentar llegar al nacimiento de su hijo. Estuvo a solo dos horas de perderse el momento. Después, al volver a Europa, su estado empeoró y terminó pasando por quirófano debido a un nuevo coágulo de sangre. Todo ello en cuestión de días. El cierre de temporada que debía ser un documental sobre su lucha por los récords terminó siendo una sucesión de golpes físicos y emocionales.

Loic Bruni

Un campeón herido, pero más ambicioso que nunca

La rivalidad con las nuevas generaciones le motiva

A pesar de lo ocurrido, Bruni asegura que se siente en su mejor momento como corredor. Considera que nunca ha sido tan completo, aunque las nuevas generaciones hagan que cada victoria sea más difícil. Sabe que el nivel de Jackson o de Asa Vermette marca una nueva era, pero eso no le intimida. Admite que necesita rivalidades para alimentar su competitividad: “Sin ellos, no tengo sabor en el plato”. Y aunque evita obsesionarse con los récords, sí reconoce que quiere volver a luchar por la general y por los títulos mundiales. Tiene tres años de contrato por delante y sabe que el tiempo es limitado, pero también que sigue teniendo la velocidad y la mentalidad de un ganador.

Lo que queda claro tras escuchar su relato es que la final de Mont Sainte Anne no fue solo una derrota deportiva, sino una experiencia límite que revela quién es realmente Loïc Bruni: un corredor excepcional, capaz de competir con audacia, tomar decisiones duras bajo presión y seguir adelante incluso cuando todo se derrumba a su alrededor.

Todo lo que cuenta Loïc Bruni sobre la dramática final de Mont Sainte Anne forma parte del último episodio del podcast Just Ride, donde relata con total sinceridad cómo vivió desde dentro el día más duro de su carrera.

Entrevista en Just Ride a Loic Bruni

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