Test zapatillas Scott Heater Gore-Tex, olvídate del frío en los pies

Continúa tras los patrocinadores

Construcción a prueba de inviernos

El calzado de invierno debe ser técnico y en Scott no han escatimado en la elección de tejidos y diseño de su construcción

Basta echarle un primer vistazo a las zapatillas Scott Heater Gore-Tex para comprobar que sigue las líneas de todo calzado específico para bajas temperaturas que se precie. Una construcción sólida y envolvente, con caña alta, y un diseño cerrado que evite la penetración del viento y nos aísle de los elementos. Las premisas son claras, mantener los pies cálidos y secos.

Para lo primero cuentan con un forro interno de tejido Gore-Tex Duratherm Kelvin de 200 g, en el que se incluye un cierre mediante lazado con un tirador para un ajuste rápido. Es la base para mantener los pies calientes, la capa más cercana a nuestro cuerpo. La zona del empeine se completa con una tira de tejido impermeable que, con una cremallera sellada YKK, sella por completo esta región tan expuesta al viento y al agua de la zapatilla. El cierre interno es muy fácil de ajustar y reparte bien la presión, mientras que la cremallera tiene un funcionamiento perfecto y un sellado total.

En la elección de tejidos y compuestos, Scott no ha escatimado recursos, y aunque es algo que se ve reflejado en el precio, está claro que a la hora de optar por un calzado específico de invierno la mayoría prefiere un producto de alta calidad con los mejores materiales posibles.

La caña alta está realizada en un material también térmico. Es muy envolvente y su cierre es mediante un velcro muy fácil de ajustar a nuestro tobillo. Son considerablemente altas, lo que dificulta la entrada de suciedad por la parte de arriba.

En cuanto a la base de la zapatilla, la suela tiene inserciones de fibra de vidrio para mejorar la rigidez (una rigidez que Scott ha calificado con un índice de 7 en su escala en la que su modelo de competición XC Scott RC, con suela de carbono, representa un 10). Es un buen compromiso entre solidez para el pedaleo y cierta flexibilidad al caminar. Hay que tener en cuenta que en invierno es más probable que tengamos que echar pie a tierra en más ocasiones (barro, charcos, piedras resbaladizas, etc…) que en verano.

El taqueado de la suela, sin ser especialmente agresivo, si aumenta el agarre andando gracias a que su goma es más blanda (emplean la goma Sticki como en muchos modelos de 2018). Los tacos están suficientemente separados para permitir soltar el barro que se adhiera. No faltan los imprescindibles refuerzos en la puntera. Toda la zona baja de la zapatilla está recubierta con un tratamiento adicional (de unos 1,5 centímetros de alto) para mejorar su resistencia a los roces. El talón es bastante envolvente, aunque sin llegar al nivel de calzados racing de verano puesto que aquí hay que contar con el diseño de la caña alta que se integra con él.

En cuanto a su estética, llaman la atención la decoración en forma de tiras de color verde, simulando las formas de las tiras de tejido Carbitex que usan los modelos más exclusivos de zapatillas de MTB Scott. Cuentan con elementos reflectantes distribuidos por toda la zapatilla.

La plantilla es extraíble y emplea el sistema ErgoLogic para mejorar el ajuste a la forma de nuestro pie, con tres volúmenes de altura en la zona del arco del pie para maximizar su adaptación.

Cálidas desde el primer momento

Muy cálidas, cómodas dentro de los niveles de una zapatilla de invierno, buen compromiso entre rigidez y flexibilidad de la suela para andar y muy bien construidas

Sólo con ponértelas compruebas que las zapatillas Scott Heater Gore-Tex son cálidas como pocas. Una sensación muy agradable cuando nos tenemos que enfrentar a la crudeza del invierno. Són fáciles y cómodas de calzar. Sus ajustes son sencillos y rápidos. No cuentan con puntos de presión destacados, e incluso con nuestro pie, de horma tirando a ancha, no hemos tenido problemas de dolores en puntos concretos por presión.

Con el pedaleo no tienen la rigidez máxima de los modelos de competición, pero eso es algo que se agradece a la hora de caminar con ellas. Están hechas a prueba de charcos y lluvia ligera y su caña alta evita que entre agua con facilidad. Su peso, de 485 gramos en nuestra báscula para una talla 43, es más que correcto para un calzado tan completo. Aunque la presencia de la caña alta se deja notar con el pedaleo, son cómodas para largas tiradas.

El precio a pagar por unos pies calientes y secos es de 238,90€. En la línea de los calzados técnicos específicos para invierno. Uno de los gastos que se justifican solos cuando salimos a rodar en invierno. Están disponibles en tallas de la 40 a la 48.

Si no quieres parar de salir en invierno, si vives en una región especialmente fría, si te gusta rodar con barro y agua, unas zapatillas como las Scott MTB Heater Gore-Tex puede ser la diferencia entre disfrutar de una salida o sufrirla.