“Tenía que demostrar que podía ganar fuera de EEUU”: la confesión de Keegan Swenson, su bici y estrategia en carrera
Keegan Swenson explicó cómo conquistó el Mundial de XCM 2025 en la Grand Raid, destacando la preparación específica, la elección de la rígida, el ataque decisivo antes del porteo y una estrategia de nutrición perfectamente planificada.
Una prueba que preparó al máximo sabiendo que el recorrido era ideal para él
Keegan Swenson cumplió en Suiza el sueño que perseguía desde hace años: proclamarse campeón del mundo de XCM. Lo hizo en la Grand Raid, una de las pruebas más duras y legendarias del planeta, con más de seis horas de esfuerzo, 5.000 metros de desnivel positivo y un tramo de porteo de 15 minutos que resultó decisivo. En un podcast posterior a la carrera, el estadounidense relató con detalle cómo preparó la cita, qué decisiones tomó y cómo vivió el desenlace.
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Una victoria que perseguía desde 2021
«En cuanto vi el trazado decidí que sería mi gran meta de la temporada”
El de Santa Cruz ya había peleado por el podio en el Mundial de Elba 2021 (6º) y desde entonces tenía claro que, con el recorrido adecuado, podía aspirar al oro. Cuando se anunció que la Grand Raid acogería el campeonato, se volcó con el objetivo: “En cuanto vi el trazado decidí que sería mi gran meta de la temporada”.
Su preparación estuvo marcada por largas sesiones de trabajo en umbral y la experiencia acumulada en carreras como la Leadville 100 (donde triunfó) o la Gravel Worlds apenas dos semanas antes. “Leadville me dio la base de resistencia y la Gravel Worlds me aportó chispa e intensidad a nivel del mar. Era la combinación perfecta”.
Keegan Swenson en meta
La elección del material, clave
«En este recorrido lo importante era subir rápido, no rodar cómodo en llano»
Swenson viajó con dos bicicletas, una rígida y una doble suspensión. Finalmente apostó por la primera: “El recorrido tenía 5.000 metros de desnivel y un porteo de 15 minutos. Quería la bici más ligera posible. En subidas y al cargarla fue decisiva”.
Montó cubiertas Maxxis Aspen de 2,4 pulgadas, «mousse» trasera para evitar pinchazos y un plato de 36 dientes. Además, prescindió de la tija telescópica. Aunque reconoció que en algunos tramos técnicos la rígida fue “un poco arriesgada”, aseguró que era la mejor opción: “En este recorrido lo importante era subir rápido, no rodar cómodo en llano”.
Su bici
Una estrategia inteligente
«Vi que todos estaban tocados y era el momento. Arranqué 10-15 minutos antes del porteo»
Partía desde muy atrás por su mala clasificación en la Cape Epic (dorsal 73) y su nula participación en otras pruebas UCI, pero la larga subida inicial de 30 minutos le permitió remontar sin precipitarse. Contra lo que esperaba, no hubo ataques salvajes de inicio: “Todos sabían que era un esfuerzo de media hora y que nadie podía ir al límite tan pronto”.
Durante la carrera reservó fuerzas y eligió bien cuándo apretar: “Tiraba en los tramos sin rebufo, donde cada uno debía sufrir por sí mismo. Así se iba seleccionando el grupo”.
El ataque decisivo llegó poco antes del porteo: “Vi que todos estaban tocados y era el momento. Arranqué 10-15 minutos antes del porteo y llegué con medio minuto de ventaja. Allí la amplié. Fue el mayor esfuerzo de mi vida, creo que nunca había respirado tan fuerte en una carrera”.
Momento clave
El momento del porteo
«En los entrenamientos ya vi que iba a ser durísimo. Decidí empujar la bici en lugar de cargarla»
La subida a pie, de 15 minutos para los más rápidos, fue el gran punto de inflexión: “En los entrenamientos ya vi que iba a ser durísimo. Decidí empujar la bici en lugar de cargarla, así podía apoyarme en ella y ahorrar algo de energía en los pies. Era como estar en un ‘stairmaster’ al aire libre”.
Con rivales especialistas en esquí de montaña como Andreas Seewald, Swenson sabía que necesitaba llegar con ventaja: “Quería tener al menos un minuto antes de empezar porque sabía que él era muy fuerte en ese terreno”.
Nutrición y logística milimétrica
La alimentación fue otro factor decisivo. “Había seis o siete zonas de avituallamiento. Corrí con un solo bidón en la bici para ahorrar peso y en cada punto recogía otro con bebida energética y un gel. Al final añadí cafeína. Fui con más carbohidratos que en Leadville porque aquí la intensidad era mayor”.
Con la ayuda de su equipo y amigos lograron organizar la compleja logística de entregarle botellas en todos los puntos clave.
En la cima del XCM
El triunfo que cambia su carrera
«Sentía que debía demostrar que podía ganar fuera de Estados Unidos»
Para Swenson, este oro supone un antes y un después: “Sentía que debía demostrar que podía ganar fuera de Estados Unidos. En la Cape Epic me había quedado con dudas, pero aquí todo salió perfecto. Es el resultado que me faltaba en MTB”.
A sus 30 años, Keegan Swenson se convierte en campeón del mundo de XCM y confirma que el dominio que ejerce en las pruebas estadounidenses también puede trasladarlo al escenario internacional más exigente.