Circuito Crans Montana: ¿Circuito demasiado técnico? ¿Riders poco preparados? ¿Negligencia organizativa?
El XCO nunca ha sido fácil pero las bicis han mejorado tanto que lo que antes era difícil ahora ya no lo es... ¿debe seguir subiendo el nivel técnico para seguir el ritmo de las mejoras en las bicis? Incluso a costa de llegar a un MTB "artificial"
Un circuito que ha abierto la polémica de hacia dónde va el XCO
A falta de ver competir a las categorías reinas del XCO podríamos decir que el circuito de Crans Montana ha entrado en la Copa del Mundo como «un elefante en una cacharrería». Un trazado que ha incluido varios obstáculos artificiales que parecen haber sido diseñados, principalmente, de cara a su espectacularidad visual y televisiva. Al margen de lo acertado o no de determinadas partes del circuito, este trazado ha servido para poner sobre la mesa hacia dónde va el XCO y cómo debería ser la seguridad de sus trazados.
Continúa tras los patrocinadores
El XCO nunca ha sido fácil
El XCO siempre ha tenido tramos complicados, ahora esas complicaciones se han adaptado al nivel de las bicis
Al contrario de lo que muchos pueden pensar, el XCO nunca ha sido una disciplina fácil aunque ha quedado encasillada como una modalidad más física que técnica por la importancia de los tramos en subida y el look de sus deportistas más próximo al ciclismo de carretera (ropa ajustada, cascos aero, ninguna protección y posiciones racing sobre la bicicleta) que hacia las modalidades gravity y su estética de «peligro».
Pero la realidad es que, desde el inicio del XCO, siempre ha habido tramos muy complicados a nivel técnico (quizás de manera más puntual que ahora, pero siempre han estado ahí), especialmente en relación a la capacidad de las bicicletas que se usaban en el pasado. Imaginad afrontar secciones de rock garden mojados con bicis de 26″, neumáticos de 2,0″ inflados a 3 bar, manillares de 54 cm y tijas fijas… desde luego era una tarea mucho más complicada que afrontar según qué secciones aparentemente difíciles de circuitos actuales con las bicis de hoy en día (120 mm, neumáticos de 2,4″, geometría prácticamente trail, tijas telescópicas…).
Copa del Mundo Vail 1992
¿Mejores bicis, peores bikers?
¿Las bicis más capaces crean peores bikers?
La evolución de las bicis ha podido tener un efecto contrario al que podemos imaginar. Han igualado mucho el nivel técnico de los bikers puesto que permiten afrontar zonas complicadas con menos técnica sabiendo que la bicicleta hace todo más fácil y más seguro. Es algo que cualquier aficionado seguro que ha percibido a medida que ha ido cambiado sus bicicletas a lo largo de tiempo a versiones más evolucionadas. Esa trialera que hace años se nos resistía ahora la podemos hacer con seguridad e incluso buscando ser cada vez más rápidos.
En un riding convencional las nuevas bicis han servido para igualar el nivel técnico. Es complicado destacar en un terreno «estándar» en el que ahora todos los bikers parten de una velocidad de paso base muy elevada.
El circuito que hizo famosos los rock garden.
Los nuevos elementos técnicos requieren de una preparación en la que ya no vale con «salir a la montaña a hacer senderos»
Eso quiere decir que las zonas que antes eran complicadas ahora ya no lo sean tanto. Así que para seguir requiriendo un mínimo de habilidad técnica en las mejores competiciones del mundo (recordémoslo, la Copa del Mundo no tiene que ser para todo el mundo, no es un open provincial o una prueba nacional) los circuitos han evolucionado acorde a las nuevas capacidades de las bicicletas, simplemente porque, para tener el mismo nivel de dificultad técnica que tenía un rock garden en los 90, ahora ese rock garden debe ser mucho más radical.
Así han llegado nuevos «obstáculos» que requieren de técnica específica que se sale del riding habitual que el MTB tiene en entornos naturales. Drops, saltos que requieren un mínimo de velocidad para llegar correctamente a la recepción, rock gardens donde es importante saber leer las trazadas… formas de mantener el listón de necesidad técnica en el mismo lugar que estaba antes. En los 90 era relativamente habitual ver a los mejores riders de XCO caminar en algunas secciones, incluso de bajada, que simplemente eran impracticables con el material de ese momento.
Para adaptarse a esas nuevas secciones técnicas se requiere un entrenamiento específico (ya no vale con salir a la montaña a hacer senderos naturales) y que eso sea un requerimiento obligado para la competición donde están los y las mejores riders del mundo parece algo dentro de lo normal.
Circuito Crans Montana
Más técnica no puede significar más peligro
Nunca más técnica debe suponer más peligro para los bikers. Las medidas de seguridad se deben escalar al mismo nivel que se escala la dificultad técnica
Si bien parece lógico la llegada de nuevos obstáculos más técnicos acordes a las nuevas capacidades de las bicis, esa llegada de nuevos elementos técnicos no puede suponer una pérdida de seguridad para los bikers. De la misma forma que esos elementos técnicos evolucionan para ser más complicados, las medidas adoptadas para hacer que sea seguro rodar por ellos (incluso en caso de caída) deben evolucionar de la misma forma. No vale con poner un drop de 2 metros en un lugar sin escapatoria o con el alrededor de la recepción repleto de piedras. Aquí quizás hace falta una nueva figura dentro de la organización que trabaje con todos los trail builders de los circuitos para garantizar unos mínimo de seguridad idénticos en todos los trazados.
La seguridad siempre debe ser una prioridad en el diseño de los recorridos. Como ejemplo, el DH ofrece secciones infinitamente más peligrosas pero en ellas se suele trabajar mucho mejor la seguridad).