20 años mostrando la otra cara de Ibiza a través del MTB, así es la Vuelta a Ibiza Scott

Ibiza es más que ocio nocturno y la Vuelta a Ibiza Scott es el mejor ejemplo de ello

Ibiza es un destino conocido mundialmente. Es complicado dar con alguien que no conozca esta pequeña isla del Mediterráneo aunque la mayoría lo hacen asociándola a su famoso ocio nocturno. La realidad de Ibiza es muy diferente a la que muestran las grandes macro discotecas que se concentran en un punto de la isla. Ibiza ofrece un territorio excepcional para el MTB, en una combinación de senderos y paisajes difíciles de encontrar en otros lugares. Se trata de su propia interpretación del ciclismo de montaña, una interpretación dominada por los recorridos rompepiernas, los senderos entre pinares o los recorridos a la orilla del mar. La bicicleta es el mejor medio para descubrir esos tesoros ocultos que incluso en plena época estival se pueden disfrutar con calma alejados del bullicio del turismo de fiesta. Otra Ibiza dentro de Ibiza.

La carrera ha sabido superar momentos difíciles y crecer manteniendo un carácter familiar

Bartolo Planells creó una prueba que empezó con un enfoque familiar y que ha ido creciendo año tras año para convertirse en una de las pruebas por etapas más populares del mundo. Todo es muy diferente a esa pionera primera edición. La cantidad de recursos disponibles, el número de personas integrantes de la organización, la implicación de las instituciones, la repercusión mediática… pero algo no ha cambiado. Algo especialmente meritorio. La Vuelta a Ibiza Scott ha sido capaz de mantener su núcleo de dirección prácticamente familiar y su enfoque centrado en ofrecer una experiencia diferente y cercana a todos los participantes.

La alta presencia de acompañantes da fuerza a un evento que se ha convertido en motor económico fuera de la temporada de turismo estival

El camino hasta aquí no ha sido fácil. En 2014 la pérdida de Bartolo Planells fue un golpe muy duro de superar, pero su hermano Juan José Planells, junto con un equipo de confianza que ya conocía al dedillo la Vuelta a Ibiza Scott, afrontaron el difícil reto de continuar su legado. Las restricciones medioambientales también pusieron en jaque la celebración de la carrera, pero de nuevo la entrega de la organización supo trazar un nuevo camino que diese viabilidad a la prueba en todos los apartados.

A día de hoy la Vuelta a Ibiza Scott se ha convertido en una de las pruebas más atractivas del calendario de MTB por etapas. De hecho, podríamos decir que juega con ventaja. Por un lado gracias a su trayectoria que certifica su calidad. 20 años de celebración es algo de lo que pocas carreras pueden presumir. Por otro el propio nombre de Ibiza como destino, un auténtico imán que además es básico en otro de los puntos diferenciadores de este evento: la alta presencia de acompañantes. La gran oferta de ocio o su llamativa gastronomía local (aún por descubrir para muchos) son puntos que valorarán tanto participantes como acompañantes. Sin olvidar el habitual clima benigno de la zona (a pesar de la excepcionalmente lluviosa edición 2019, una edición única en ese aspecto en toda su historia).

El programa de acompañantes es clave

La Vuelta a Ibiza Scott se celebra en Semana Santa y sabe que, para atraer al biker popular, no vale solo con tener el mejor terreno. La familia y acompañantes son clave a la hora de escoger un destino donde pasar las vacaciones de Semana Santa y, en este apartado, competir con Ibiza es complicado. La propia organización cuenta con un programa completo para acompañantes. Un hecho que no es trivial, puesto que pone en valor la prueba como vehículo económico en Ibiza más allá de la habitual temporada turística.

La diversidad de terreno biker en Ibiza define sus propios contrastes

A nivel biker la Vuelta a Ibiza Scott tiene todo lo que puedes esperar a la hora de disfrutar de 3 días de MTB. Sus trazados reflejan la diversidad de la isla y su perfil de constantes desniveles. Encontrarás desde pistas rápidas y duras ascensiones, a senderos de flow sobre tierra húmeda en su interior o singletracks rocosos a la orilla de playas de aguas cristalinas. Una variedad que define a la propia isla de Ibiza.