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Brasil Ride 2013: Avancini y de Pavia ganan la general por delante del Team ESMTB.com

La edición más dura y con mayor nivel de su historia, además de la de su debut UCI, va a parar a manos de Avancini y de Pavia, por delante de Ventura y Sagues. Sauser y Yamamoto ganan la última etapa

La Brasil Ride 2013 ya es historia. La edición más internacional de la mayor carrera mountain bike por etapas en América del Sur ha tenido todos los ingredientes de una gran prueba. Una participación de primer nivel, un recorrido duro como pocos, constantes cambios en el liderato y emoción hasta el último día.

Tras 6 largas jornadas, los participantes se enfrentaban a la última etapa, de 69km, que llegaba tras el durísimo día vivido en la 6ª etapa, con 145km de recorrido. Con las fuerzas al límite, y la meta final al alcance de la mano, acabar esta etapa era el último obstáculo para finalizar la edición más dura de las cuatro Brasil Ride celebradas.

Para ello la organización había preparado un trazado espectacular. Repleto de senderos acondicionados para la ocasión y de larguísimos tramos de singletrack a partir del kilómetro 17. Los últimos 18km de la jornada se iban a desarrollar en el trazado del prólogo que abrió la carrera y que Sauser calificó como el más técnico que nunca había realizado. En cuanto a desniveles era, sin duda, la etapa menos exigente, con algunas ascensiones duras a mitad del trazado pero con tan solo 1.000 metros de desnivel positivo.

Tras la jornada anterior muchas cosas estaban aún por decidir en la general final. Los líderes, Avancini y Sherman, contaban con sólo 1:40 de ventaja sobre el equipo ESMTB.com de Ismael Ventura y Ramón Sagues. Una renta más que pequeño tras 25 horas de competición. El Specialized de Sauser y Yamamoto se encontraba lejos de la segunda plaza, situados terceros, pero con apenas unos segundos de ventaja respecto a los 4º clasificados.

El día arrancó a toda velocidad como cada una de las etapas vividas. El aliciente de ser la última jornada, y contar con un recorrido menos exigente en el aspecto físico animó a otros equipos que a priori partían como favoritos en la general, pero que ya no tenían opciones, a intentar tener algo de protagonismo en el último día para la gloria.

Aún con ello, fueron Sauser y Yamamoto los que rompían el grupo de forma definitiva en un tramo de sendero. Los líderes y el equipo ESMTB.com rodaban juntos con el equipo de Paulissen y Pallhuber en un marcaje claro. En la ascensión más dura de la jornada Sagues y Ventura forzaban el ritmo, y aunque Sherman daba muestras de debilidad el terreno no permitía abrir diferencias y volvían a rodar juntos. Eso sí, el arreón provocaba que la diferencia con Sauser y Yamamoto se redujese a apenas 15 segundos y que fuesen neutralizados poco después.

Tras circular unidos, el Specialized volvía a atacar con 30km por delante y ya se marcharían camino de la victoria de etapa. Tras ellos, el ritmo y marcaje del equipo líder y el ESMTB.com eliminaba al resto de conjuntos y, a pesar de las diferentes intentonas, llegaban unidos a meta, siendo la 2º posición de la etapa para el equipo de ESMTB.com y la 3ª para el Caloi de Avancini y Sherman, que lograban mantener el liderato y ganar la carrera.

El ESMTB.com era 2º, mientras que el Specialized de Sauser y Yamamoto completaba el podio final de la carrera.

Crónica equipo ESMTB.com – Ismael Ventura y Ramón Sagues.

Se acabó. Ya somos finishers. Sí sí, la primera alegría que te llevas al acabar una carrera de esta magnitud es que por fin está. Por fin has acabado los 7 días. Las 7 etapas. Decenas de horas de pedaleo. De rodar. De sufrir. De disfrutar. De mil cosas. Pero que por fin se acaban. O que por desgracia se acaban.

La última jornada ha sido la más estresante para nosotros. Partíamos muy cerca de los líderes. Segundos en una carrera por etapas UCI internacional. Una locura. Y más viendo el nivel de participación. Los anteriores días lo llevábamos muy bien, en parte, porque no nos acabábamos de creer que pudiésemos aguantar en esa posición. Pero lo hemos hecho. Desde el 2º día hemos estado en la segunda posición de la general todas las etapas. Muy cerca del liderato muchas veces. Solo las averías, que son parte de una carrera tan exigente como esta, nos han privado de llevarnos algún maillot amarillo para casa. O incluso el final. Pero el liderato quizás hubiese sido nuestra perdición. De hecho hemos ido viendo desfilar líderes delante nuestro que han tenido que abandonar o perder el liderato por diferentes motivos. Desde averías a problemas físicos. Es lo que nosotros veíamos como la maldición del líder.

La última etapa, con menos de 2 minutos perdidos respecto a los líderes, podía servir para atacarles. Poco más de minuto y medio es una ventaja ridícula en una carrera de cerca de 30 horas de competición. Así que imaginar la igualdad. Pero también había que tener los pies en el suelo. Si algo ha demostrado la Brasil Ride, es el ser mucho más dura y exigente de lo esperado. En todos los sentidos. Lo que sobre el perfil parecían etapas no demasiado complicadas eran auténticas trampas. Jornadas de más de 6 horas para los primeros. Descensos que cansaban más que las subidas. Pistas de arena, viento de cara y un terreno que nunca pensamos que fuese tan duro. Ni nosotros ni ninguno de los nuevos participantes de este año. He hecho muchas carreras por etapas, y esta es sin duda una de las más duras. No tiene grandes puertos (buenos nos hemos cascado algunos, pero no son tipo Alpes o similares) pero cada metro que recorres te machaca. Los perfiles son muy rompepiernas y los caminos, pistas o senderos no dan tregua.

¿Con esto que quiero decir? Pues que a pesar de tener el liderato a tocar, no podíamos jugar al todo o nada. Además, la última etapa resultó ser la que tenía un mayor porcentaje de senderos (no muy técnicos), la de menos subidas y la más llana. Así que el terreno tampoco estaba de nuestro lado.

Con ello, y con Sauser y Yamamoto atacando en todo momento por la victoria de etapa, nuestro día transcurría en un tenso marcaje con los líderes. Que siempre intentaban entrar primeros a los senderos para rodar a un ritmo menor y asegurar no tener averías. Así, y a pesar de intentarlo en las subidas que pudimos, e incluso ver que uno de los corredores del equipo líder sufría, nunca pudimos distanciarlos, y llegamos juntos en la 2ª posición de la etapa, eso sí, descolgando a todo el resto de equipos.

Misión cumplida. Veníamos a descubrir una nueva carrera. A pelear por entrar en el top-10 y hemos acabado estando muy cerca de ganar. No se puede pedir más. Hemos disfrutado rodando con los mejores. Compartiendo muchos km con campeones del mundo que solo veíamos en fotos y que ahora nos hablaban y nos pedían compartir relevos. ¿Qué más se puede pedir?

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