No es un concepto nuevo, puesto que se emplea en multitud de vehículos a motor. Pero a nadie se le podría pasar por la cabeza que sería aplicable a una bicicleta. Estamos hablando de un sistema que regule la presión de los neumáticos en marcha.
Las presiones de los neumáticos siempre se escogen de forma que tengan un buen rendimiento a nivel global. Si los inflamos mucho, en las zonas más bacheadas y rotas la bicicleta será incontrolable, y si lo hacemos poco, en los tramos de rodar lastrará mucho, a la vez que aumenta el peligro de pinchazos por llantazo o de daño en la propia llanta al recibir un impacto.
La empresa Adaptrac ha desarrollado un proyecto en el que permite a los usuarios inflar y desinflar las ruedas en marcha. Consta de unas manetas en el manillar, que permiten añadir o quitar aire a las ruedas, pudiendo seleccionar la delantera o la trasera. Esta unidad se puede montar también en la potencia o en el tubo superior.
En caso de necesitar más aire, este se obtiene de un tanque de aire comprimido, que está disponible en varias medidas, dependiendo del volumen de aire que queramos mover durante la salida. Cuenta con una indicador de presión para saber en todo momento el estado del sistema. Este aire viaja a través de uno de los dos conductos que salen del depósito (uno para la rueda delantera, y otro para la trasera) y se dirigen al buje. Desde el buje, el aire se distribuye a otro conducto que parte del buje hacia la válvula de la rueda, de forma que este puede rodar libremente sin problemas. En el manillar contamos con dos indicadores de presión que muestran el nivel de aire de cada rueda.
El producto, a pesar de estar en fase de pruebas, se comercializará en breve y estará para ser probado en la Sea Otter Classic. Su peso es de 690 gramos para todo el conjunto, incluyendo el depósito de 266ml de CO2. Hay que tener en cuenta que en el peso se incluyen los dos bujes, lo que hace que el incremento de peso en la bici no sea tanto.
