Scott Spark RC 2022, desmontamos su cuadro: peso, detalles, interior…

Desmontar el amortiguador no lleva mucho más tiempo que en la anterior Scott Spark

Empezamos por el tema de la mayor dificultad para desmontar el amortiguador. De entrada, y por poner un poco de humor, tras la presentación de la Scott Spark y viendo algunas reacciones nos ha dado la sensación que hay un porcentaje de usuarios cuya rutina tras una salida en bici es tomarse el obligatorio batido recuperador, o cerveza para los menos estrictos, y desmontar el amortiguador. Realmente no imaginamos que había tanto interés en que desmontar el amortiguador fuese lo más rápido posible, especialmente cuando tanto desde Fox como desde RockShox siempre nos insisten en recordar el tema de los mantenimientos porque, según ellos, la mayoría de usuarios no realizan de forma periódica.

En cualquier caso, ¿Realmente es más complicado y lento desmontar el amortiguador en la nueva Scott Spark que en la antigua? Lo vamos a comprobar. De entrada el amortiguador va fijado por dos tornillos a cada extremo. El inferior es accesible de forma externa y muy cómoda, así que aquí no hay diferencia. El superior, el que fija el amortiguador a la bieleta sí está oculto. Tenemos que quitar el aire al amortiguador, quitando la tapa inferior que es algo que se hace manualmente en unos segundos, y accediendo a los diales del propio amortiguador para quitar el aire. Sacamos la tapa de goma que nos permite ver el interior del cuadro y desde ahí tenemos acceso a esa segunda fijación del amortiguador. La única diferencia con sacar el amortiguador respecto a la anterior Spark es que tenemos que buscar ese tornillo a través de esa ventanita. Algo que tampoco parece suponer ningún problema grave. Y un dato, el cable del mando remoto es mucho más fácil de acceder e instalar en la nueva Spark que en la anterior Spark, donde había que pelearse con un ángulo muy cerrado y con la goma que tenía que atravesar para salir del cuadro al exterior.

La tapa inferior es sólida y parece lista para durar mucho tiempo

Respecto a las tapas. La inferior, la que da acceso a los ajustes del amortiguador, no parece que vaya a dar ningún problema a largo plazo. Olvidaros del miedo a que esa tapa se caiga con el tiempo. Respecto a la superior, sí es de goma blanda y sí puede ser más propensa al desgaste con el tiempo, pero es una tapa que pondremos y quitaremos de forma excepcional. Solo para ajustar el SAG, desmontar el amortiguador y ver cómo está la goma que indica el recorrido máximo que hemos hecho. Aunque esto es una opinión de barra de bar porque es algo que solo el tiempo dirá.

Así que este punto parece superado con nota y que el amortiguador de la Scott Spark se puede desmontar prácticamente en el mismo tiempo que en la anterior Scott Spark.

El cableado interno es impresionante. Con guías para cada cable y la facilidad de acceso de la gran ventana de servicio

El siguiente apartado que genera dudas es el cableado interno completo por el cuadro. Justo es un aspecto que en la anterior Spark era algo conflictivo dado que los cables pasaban del interior del triángulo principal al basculante por el exterior, en uno de los pocos puntos que podíamos considerar mal acabados en ese modelo.

Ahora todo el cableado es interno e incluso el paso del triángulo principal al basculante va por dentro del cuadro. No hay rastros de cables a la vista. El cableado entra al cuadro por la dirección, una dirección creada a medida para esta bicicleta en la que esos cables entran por los laterales de la potencia. Junto con Syncros han diseñado una pieza que permite guiar esos cables de la mejor forma posible.

Una vez entras las cables en el cuadro es mucho más fácil de pasar todo el cableado que en la anterior Scott Spark gracias a que la enorme ventana de servicio del cuadro permite ver con claridad cómo llegan los cables y en la zona de alrededor del amortiguador tiene unas guías para cada uno de ellos. Solo hay que fijarlos a ellas y seguir pasando los cables ya orientados a su destino final.

El nuevo manillar Syncros tiene una serie de tapas para ocultar la entrada de cables y de paso sus tornillos de apriete. Estéticamente es de 10. Y son fáciles de montar y desmontar.

El sistema para cambiar el ángulo de dirección es algo muy nuevo en una bici de XC

En la dirección han integrado un sistema para poder cambiar el ángulo de dirección. Es algo muy novedoso para una bici de XCO, pero relativamente habitual en bicis gravity. En total tenemos 3 posiciones. En el caso de la Scott Spark RC tenemos el ángulo de dirección de 67,2º y a partir de ahí lo podemos cambiar en más o menos 0,6º. Es decir, podemos tener ángulo de dirección de 67,8º, más cercado al modelo anterior de Spark RC que tenía 68,5º, o hacerla aún más relajada hasta los 66,8º. Para cambiar el ángulo solo tenemos que poner una pieza de la dirección en alguna de sus 3 posiciones fijas predeterminadas. Es bastante sencillo y no hay margen a equivocarse.

Tener el amortiguador aislado del exterior tiene muchas ventajas

¿Y qué pasa con su concepto de ocultar por completo el amortiguador? ¿Realmente es útil? Pues desde nuestra experiencia montando en bici os podemos decir que no hay nada que destruya más la bicicleta que el barro. Cualquier elemento con movimiento expuesto al barro acaba teniendo un desgaste mayor y mucho más prematuro. Cadenas, rodamientos, cables, suspensiones… cualquier que haya hecho una carrera de esas con barro extremo sabe perfectamente cómo queda la bicicleta. O todos nuestros compañeros del norte que están mucho más acostumbrados a convivir con el barro.

Scott ha usado más rodamientos sellados que en la anterior Spark

Una mejora importante del cuadro, también pensando en la durabilidad, es que la nueva Scott Spark pasa a usar más rodamientos sellados, con una capa adicional de sellado, en sus puntos de giro. En la anterior Spark se usaban casquillos de fricción, muy ligeros pero con muy poca suavidad de giro y, sobre todo, más propensos al desgaste.

Más detalles del cuadro… aunque en los modelos del vídeo de la presentación no lo llevaban… el cuadro de la Scott Spark sí monta el habitual mini guía cadenas de serie. Siempre es un buen añadido.

También nos gusta el nuevo protector de la vaina de la transmisión que hace que la cadena no haga ruido al golpear en él. Y un detalle de nuestros primeros kilómetros con ella. La nueva Scott Spark es sorprendentemente silenciosa. Es algo que nos ha llamado la atención desde el inicio y que, aunque va a gustos, a nosotros nos ha encantado.

El paso de rueda es muy generoso

El soporte de la pinza de freno trasera sigue siendo como en la anterior Spark con una pieza de aluminio separada que no interfiere en el diseño del cuadro de carbono. Nada de pinza flat mount, los ingenieros nos dijeron que le veían más inconvenientes que ventajas.

Que el paso de rueda es muy generoso ya lo vimos, ahora le podemos poner cifra a esa anchura del paso de rueda. Recordar que viene con neumáticos de 2,4” de serie y que admite hasta 2,6”. Desde luego una referencia en ese apartado y algo logrado, en parte, porque han pasado a usar una línea de cadena más externa de 55 mm.

Lo que también nos ha gustado es que hayan hecho aún más completa la multiherramienta que se incluye en el eje de la rueda trasera. Algo que en la anterior Scott Spark ya nos resultó extremadamente útil.

Respecto al nuevo mando TwinLoc. Hay opiniones para todo, especialmente en cuanto a su nueva estética, pero la realidad es que es muy ergonómico, aunque requiere de un tiempo de adaptación a las posiciones de los pulsadores.

Y vamos al peso. Nuestra versión es el cuadro de carbono HMF, el más pesado de la familia. Lo hemos podido pesar por nuestra cuenta, completamente desmontado y el peso real en talla M es de 2.157 gramos. Sin trampa ni cartón, con puntera de cambio, los protectores, las tapas, el amortiguador… todo lo que deberían incluir las marcas cuando pesan un cuadro. La marca anunciaba 2.150 gramos, así que su peso es muy similar al que anuncian y podemos dar por buenos el resto de pesos que dan en la gama.

El peso es uno de los datos más sorprendentes de la nueva Scott Spark, puesto que están casi en los mismos pesos que en la anterior versión. Parte de culpa de ello la tiene un diseño de laminado del carbono más estudiado e incluso detalles que no imaginas que pueden hacer una bici más ligera. Por ejemplo, la nueva Scott Spark no tiene agujeros en el cuadro para la entrada de cables. La anterior Scott Spark sí los tenía. Volviendo a la opinión de barra de bar podríamos pensar que es más ligero el concepto de la anterior Spark. Al final un agujero en el carbono parece suponer el uso de menos material… pero no es así. Ese agujero requiere de más material de carbono para reforzar las paredes. El carbono trabaja muy bien en láminas continuas y, al final, se necesita menos material en esa zona en la nueva Spark que no tiene entrada de cables que en la anterior que sí tiene agujeros para entrada de cables.

Otro aspecto destacado es que los acabados del interior del cuadro son tan buenos como los externos. No es algo exclusivo de Scott pero sí es uno de los motivos por los que en los últimos años muchos fabricantes han ido pudiendo limar gramos poco a poco a la báscula.

El cuadro de la Scott Spark sorprende por la cantidad de novedades de construcción respecto a la anterior

En definitiva, tras poder desmontar completamente el cuadro de la nueva Scott Spark RC está claro que supone un salto cualitativo a nivel de construcción y detalles respecto a la anterior versión. Nos queda claro que no hay mucha más complicación para sacar el amortiguador o para pasar los cables. Que tener el amortiguador dentro del cuadro, protegido, sí es una gran ventaja a nivel de funcionamiento del propio amortiguador. Que han mejorado mucho añadiendo rodamientos sellados muy bien protegidos en puntos donde antes usaban casquillos de fricción. Y que no mienten con sus pesos. Disfrutar de todos los detalles de este cuadro porque seguro que lo vamos a ver mucho en los próximos años.

Gama Scott Spark RC