Si algo tienen en común todos los procesos de selección para los Juegos Olímpicos que hemos vivido es la falta de criterios previos, con antelación y públicos
Siguiendo la más clásica tradición de la selección española en todos los procesos de selección olímpica, el de Tokio no se va a librar de volver a ser un proceso de selección sin ninguna transparencia de cara al público. El anterior seleccionador siempre hizo gala de imponer su criterio personal y jamás hubo unas normas claras y transparentes anunciadas con tiempo para que todos los aspirantes pudiesen optar a ellas en igualdad de condiciones. Ahora hay un nuevo seleccionador, con el retorno de Mikel Zabala, pero el sistema no parece haber cambiado nada y no existen criterios previos conocidos por todos para llevar a cabo la selección para los próximos Juegos Olímpicos. En cualquier caso, y a tenor de lo que iba a ser prioritario el año pasado antes de la llegada de la pandemia, sí parecen clave los resultados que se obtengan en estas dos primeras pruebas de la Copa del Mundo de XCO.
Continúa tras los patrocinadores
Otros países establecen reglas con años de antelación al evento para, como mínimo, hacer una criba automática en función de determinados resultados
2 plazas en categoría masculina y 1 en femenina. Ese parece que va a ser la asignación para España de cara a los Juegos Olímpicos de este año. Al contrario que otros países (ahí están los ejemplos de USA, Alemania o Francia) no existe ningún documento público que recoja ningún criterio de selección preestablecido. En entrevistas realizadas por ESMTB a varios de los corredores implicados a finales de 2020 ninguno dijo conocer los criterios finales con los que se llevaría a cabo la selección nacional.
Basta echar una mirada al pasado para ver que no ha habido ningún proceso de selección en España con criterios claros y que todos ellos han estado envueltos en polémica por una u otra razón.