¿Qué hacemos con Peter Sagan?
No ha dejado a nadie indiferente. Remontada de otra galaxia, demostración de poderío y... ¿mala suerte?
Estaba claro que, desde que anunció de forma sorprendente que acudía a Rio de Janeiro para disputar la prueba de MTB y no la de carretera, Peter Sagan iba a ser una de las estrellas de la prueba biker masculina.
Que iba a acaparar mucha atención mediática, que acercaría a muchos aficionados de la carretera hacia el MTB y que serviría para que muchos “foráneos” a nuestro deporte opinasen sobre qué podría llegar a hacer Peter Sagan.
Opiniones que iban desde pensar en opciones de medalla a asegurar que no estaría jamás entre los mejores.
Sagan en su primer pinchazo. Caminando con Fontana al fondo, en la misma situación
Pasada la carrera ha sucedido lo que más dará que hablar. Que seguimos sin saber de qué hubiese sido capaz Peter Sagan. Las averías, en forma de dos pinchazos de la rueda delantera, le han dejado sin opciones a nada y fuera de carrera por la regla del 80%.
Impresionante Peter Sagan
Aún con ello, y por lo visto en el poco tiempo que estuvo rodando sin contratiempos, sólo cabe quitarse el sombrero y ovacionar al esloveno. La parrilla de la Copa del Mundo no es la de una Copa del Mundo. Sólo son 50 corredores, y no son los 50 mejores corredores del mundo, sino los mejores de los países con plaza.
Sin embargo pasar de salir el último a estar en el trío de cabeza en apenas 1km es algo sólo al alcance de alguien con un talento y fuerza descomunal.
Continúa tras los patrocinadores
Sagan y Fontana, drifting pinchados cuando rodaban en cabeza de carrera
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Es imposible que a todos los que estaban viendo esa primera vuelta de la carrera no se les llenase el cuerpo de emoción viendo que Sagan rodaba a rueda de Nino Schurter con aparente comodidad. Tanto subiendo como bajando, donde no perdía terreno de forma clamorosa como muchos anunciaban.
Para valorar el mérito de su espectacular salida basta con compararla con la salida de estrellas del XCO, que partiendo desde las filas delanteras no pudieron manterse en cabeza o verse superados.
Después, en la segunda vuelta, llegó el desastre. Pinchazo de la rueda delantera muy lejos de la zona técnica y adiós a sus aparentes opciones de medalla.
Sagan no se rendía y rodaba en llanta hasta la zona técnica, cambiaba rueda y remontaba hasta la 11ª plaza. Otra muestra de fuerza, talento y entrega. Pero un segundo pinchazo le dejaba, ahora sí, sin opciones a nada. Descolgado se limitaba a rodar hasta quedar fuera de carrera por la norma del 80%. A pesar de ello, Sagan ya había dejado su huella en la carrera.
El propio biker reconocía que “no creo que hubiese podido aguantar el ritmo de cabeza de carrera toda la prueba, pero sí me veía con opciones de lograr una buena posición.”