La Bronson, el modelo que mejor define a la marca
La Santa Cruz Bronson se presentó en 2013 y lo hizo como el primer modelo de rueda de 27,5″ en la firma. Estableció las bases para la evolución de toda la gama Santa Cruz y estrenó mejoras en el VPP que se aplicarían a los modelos posteriores.
En la factoría de la marca no siguen los cánones de presentación de nuevos modelos anuales como las grandes firmas y la Bronson se ha mantenido inalterada, y cosechando éxitos de ventas, desde entonces. Justo hace unos meses, y cuando creían que merecía la pena hacerlo, ha lanzado la primera revisión de la Santa Cruz Bronson.
Lo han hecho cuando han tenido suficientes mejoras como para que revisar un modelo que funcionaba mereciese la pena. Las novedades introducidas eran, en parte esperadas.
En cuanto a la geometría el ángulo de dirección se ha relajado en un grado y ahora es de 66º. Esto se ha acompañado de un aumento de longitud del tubo superior, pasando de 429mm de reach en talla L de la versión anterior a los 445mm de la actual. Para mantener la posición para pedalear en un lugar razonable, el ángulo de sillín pasa de 73º a 74º. Por último, la longitud de las vainas se reduce y quedan en 432mm en todas las tallas, en parte gracias a que ahora el cuadro es Boost, otra de las grandes novedades en su construcción.
El único dato que la sitúa en el extremo de las geometrías de su segmento es el ángulo de dirección, especialmente relajado. Por lo demás, sus números la ubican en la zona intermedia de las geometrías de enduro y all-mountain, algo acorde al tipo de usuarios al que va dirigida, con un espectro de uso mucho más amplio que el de su hermana mayor Nomad.
En definitiva, la Santa Cruz Bronson sigue la tendencia de la industria en cuanto a geometrías para bicicletas de uso all-mountain y enduro. La nueva Bronson es un poco más Nomad que la anterior. No solo por su geometría, sino porque su bieleta superior también cambia de anclaje y ahora se fija al tubo superior como en la Nomad. Eso sí, mantiene sus 150mm de recorrido trasero.
El sistema de suspensión mantiene un comportamiento muy similar a su predecesora y tiene una buena eficacia de pedaleo con transmisiones monoplato, aunque conserva el soporte para instalar un desviador delantero en caso de querer optar por dos o tres platos. Como era de esperar, tiene un completo sistema de guiado de cables interno.
Mantiene detalles como los protectores integrados en la vaina de la cadena y bajo el tubo diagonal, el soporte ISCG-05 y, como en otras firmas que huyen de los crujidos del sistema PressFit, monta un pedalier a rosca. Y además podemos instalar un portabidón sin problemas, incluso usando amortiguadores de tipo «piggyback».