La UCI hace tiempo que busca hacer más global el ciclocross, aunque el núcleo belga no esté tanto por la labor
El intento de internacionalización del ciclocross, con el aumento de incursiones en USA por parte de la Copa del Mundo y la celebración del Campeonato del Mundo de 2022 en Fayetteville (USA) hace tiempo que genere opiniones encontradas en el mundillo de esta disciplina. Hasta no hace mucho Países Bajos y, sobre todo, Bélgica tenían el monopolio de la mayor parte de las grandes carreras. Pero la UCI lo está intentando cambiar abriendo el deporte a más países. Aunque algunas estrellas no estén dispuestas a sumarse al carrusel de viajes que supone. ¿Qué pasará con el Mundial?
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¿Un Mundial sin Van der Poel, Pidcock y Van Aert? Sería una locura
Os imagináis un Campeonato del Mundo de ciclocross sin Mathieu van der Poel, sin Wout van Aert y sin Tom Pidcock. Sería una prueba totalmente descafeinada. Pues ese es el escenario que muchos temían desde que se confirmó que USA iba a ser la sede de la prueba en 2022. El arranque de la Copa del Mundo también ha sido en USA (ya lo fue en anteriores temporadas) y ha significado lo que muchos ya imaginaban: la ausencia de corredores relevantes de la disciplina. El coste adicional de ese viaje y la factura que pasan los viajes transoceánicos son condicionantes que parecen no estar dispuestos a asumir algunos equipos y corredores.
Pero el Mundial es el Mundial. Aunque también hay posiciones encontradas. La prueba tendrá lugar el 30 de Enero de 2022, una fecha avanzada y en la que los corredores de clásicas de carretera ya están en plena preparación para los grandes eventos de la primavera. Y Van der Poel, Van Aert y Pidcock apuntan todos a esas pruebas en el ciclismo de carretera. Por lo que un viaje de ese tipo es un problema en su preparación.