MTB y naturaleza van ligadas de la mano. El respeto de los usuarios por el entorno debería ser la premisa básica cuando montamos en bici
El mountain bike va ligado, como pocos deportes, al entorno natural. Cae de cajón que sus practicantes deberían cuidar, respetar y proteger el medio en el que desarrollan su actividad favorita. Una actividad que, además, promueve y motiva al cuidado del medio ambiente. Pero, sin embargo, no siempre sucede así. Como en todos los colectivos hay personas que no siguen los parámetros de comportamiento adecuado y, en un momento en el que el MTB está siendo perseguido en muchos lugares, cualquier excusa es buena para intentar sacar a las bicicletas de los senderos. Por ello el respeto al entorno debe ser, más que nunca, una prioridad absoluta. Algo que se agudiza aún más si hablamos de una competición oficial. Los malos hábitos en carrera (o marchas) de algunos participantes ya han servido para vetar el paso por determinados lugares a muchos eventos.
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