¿Habrá una «invasión» de marcas chinas en el ciclismo?
Los productos de China están en primera línea de actualidad, especialmente en el mundo del automóvil. En el ciclismo dan sus primeros pasos para seguir una estrategia de globalización que les ha servido en otros campos.
Viendo lo que sucede en el mundo del automóvil… ¿puede pasar lo mismo en el ciclismo?
Los productos y marcas chinas están en primera línea de la actualidad mundial a causa de su exponencial expansión por todo el mundo en los últimos años. Los coches eléctricos son el principal ejemplo de cómo han conseguido aprovechar su competitividad en precio para adentrarse con fuerza en un segmento del mercado. A día de hoy, es muy complicado para las marcas europeas o americanas competir contra los modelos eléctricos más económicos si no es a base de ayudas institucionales en forma de incremento de los aranceles para equilibrar la balanza de los precios. ¿Ocurrirá lo mismo en el ciclismo?
Continúa tras los patrocinadores
Por ahora no hay grandes marcas chinas conocidas en el mundo de la bici a nivel global, pero acaban de entrar en un equipo World Team
Solo hace falta mirar a otros sectores para comprobar que China se está adentrando con fuerza en muchos mercados. El ejemplo más claro lo tenemos en el mundo de los coches eléctricos económicos contra los que difícilmente pueden competir las marcas europeas si no es a base de aranceles adicionales que igualen los precios. Por ahora, en el mundo del ciclismo, no hay grandes marcas reconocidas llegadas directamente de China (tampoco las había en el mundo del automóvil hace unos años y mirad ahora) pero ya han dado el primer paso con el patrocinio de la marca china de cuadros XDS al equipo World Team XDS Astana de carretera. Ya conocíamos a XDS por las bicis de MTB que usaban los bikers chinos en la Copa del Mundo.
Xds de Peng Zhang
Los precios elevados, especialmente en la gama media, son una puerta de entrada para las propuestas chinas
El marco favorable para la expansión de las marcas chinas en el ciclismo también está establecido. Los precios elevados de las bicicletas de gama media y alta, que no han parado de crecer en los últimos años, son la puerta de entrada más grande para los productos chinos, cuya principal tarjeta de presentación suele ser, precisamente, su bajo precio. Detrás de esos bajos precios hay muchos motivos que van desde los costes de producción y condiciones laborales en China, al respaldo institucional que reciben, directamente, muchas compañías de segmentos que su gobierno considera clave. Algo contra lo que, de nuevo, poco pueden hacer las marcas occidentales.
La nueva bici del equipo Astana
Son marcas sin reconocimiento ni historia en el ciclismo, pero es algo que no importa igual a todos los consumidores
Aunque estas marcas chinas carezcan de reconocimiento o tradición dentro del mundo del ciclismo, para el usuario al que el precio se ha convertido en una barrera para acceder a bicicletas de gama media (donde el encarecimiento de las bicicletas hace más daño) el precio suele pesar más que esos factores más «románticos». Por lo que se refiere a la imagen de marca, es algo de lo que carecen totalmente estas marcas llegadas directamente de China, pero también es algo que se puede cambiar con tiempo y dinero, como también hemos visto en otros sectores. El patrocinio de un equipo como el XDS Astana Team es una muestra de acciones en esa dirección.
Fábricas carbono
Son el antagonismo del consumo de proximidad y la reducción de la huella de carbono, pero la industria del ciclismo de gama alta tampoco es especialmente buena en ese apartado
En un mundo aparentemente más concienciado que nunca con la fabricación local, apoyo a las industrias propias, reducción de la huella de carbono de cada producto, etc… podríamos pensar que ese factor también juega en contra de las marcas chinas pero, una vez más, viendo lo sucedido en el mundo del automóvil no parece que el usuario objetivo de esos productos chinos tenga especialmente en cuenta ese factor.
En España, las marcas de coches chinos han multiplicado por 3 sus ventas en 2 años y uno de sus coches está entre los 5 más vendidos del país. Si han podido hacer eso en el mundo del automóvil no parece descabellado puedan seguir un camino similar en el mundo del ciclismo.
Además, la realidad del mundo del ciclismo es que tampoco es un sector especialmente bueno en cuanto a la sostenibilidad de su producción y la huella de carbono que genera cada bicicleta fabricada. Especialmente si hablamos de modelos tope de gama y realizados en carbono cuya fabricación se concentra, en su gran mayoría, en países de Asia.
Cámaras TPU
Hay segmentos de producto donde ya son competitivos, aunque las bicicletas completas son otra historia
De hecho, hay segmentos de producto donde las marcas chinas ya dejan huella. En parte por el impulso de las ventas por internet y por tratarse de productos de bajo coste donde el «riesgo de probar» es bajo frente a una gran diferencia en precio. Hace un tiempo llegaron las cámaras de TPU al mundo del ciclismo, y lo hicieron con muchas ventajas pero con precios elevados. A día de hoy hay marcas chinas vendiendo cámaras TPU por una fracción del coste de los modelos más populares en Europa. Obviamente, las bicicletas completas son otro tema, pero en otros campos ya demuestran ser capaces de introducirse en el mercado global.
También hay que tener en cuenta que cuando hablamos de coches hablamos de un producto que, en muchos casos, es de primera necesidad, mientras que cuando hablamos de ciclismo en su vertiente deportiva hablamos de productos que tienen una importante vertiente aspiracional. El tiempo dirá si China se toma tan en serio su expansión global en el mundo de la bicicleta como lo ha hecho en el del automóvil.