Las lluvias previas han condicionado la jornada, más dura de lo esperado
Las lluvias de los días pasados presagiaban una dura primera etapa de La Leyenda de Tartessos by Alé. Sin embargo, el barro no fue el único enemigo de los ciclistas. Un viento frío y de gran fuerza se unió a la jornada desde primera hora para aumentar la épica de la ronda onubense. Se daban todos los ingredientes para que el día fuera memorable. Un pueblo volcado arropando a los corredores, un sol de justicia y los elementos de la naturaleza a alto nivel. Con todo, los protagonistas aventuraban una etapa rápida, como suele ser costumbre en la carrera onubense.
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David Valero y Tiago Ferreira han llegado juntos a meta
En categoría masculina, David Valero y Tiago Ferreira tuvieron claro que La Leyenda de Tartessos by Alé sería una excelente prueba para comprobar su conexión en próximas carreras como dupla. Ambos circularon desde los primeros momentos en compañía, con el portugués Jose Días y el corredor de Cannondale Martí Arán a escasos metros. La unión del bastetano y el de Viseu funcionaba a la perfección y la distancia con sus perseguidores iba aumentando con el paso de los kilómetros. En el 33, cuando los bikers bordeaban la mina de Tharsis ya eran 30 los segundos de ventaja. Mientras, el viento y, especialmente, el barro y los charcos castigaban las piernas de los corredores.
En el paso por el punto más alto, el santuario de la Virgen de la Peña, la diferencia entre los líderes de carrera superaba el minuto y dejaba la victoria de etapa en manos del sprint. A los pies de la torre de San Bartolomé, rodaban juntos Valero y Ferreira, cediendo el portugués la victoria de forma elegante a su compañero de escapada.
Casi dos minutos después cruzaba la meta el portugués Jose Días y poco después los hacían el corredor luso Filipe Francisco y el campeón de España, José María Sánchez.