Ampliar la Copa del Mundo a 16 carreras ha reducido el interés por competir en todas ellas
El movimiento de la UCI de aumentar el calendario de la Copa del Mundo de ciclocross hasta las 16 carreras (15 al final por la anulación de una de ellas a causa de las nuevas restricciones COVID) no le ha salido todo lo bien que esperaba. Como mínimo en lo que a valoración del campeonato por parte de los/as corredores/as se refiere. Antes, cuando la Copa del Mundo era de la mitad de carreras, los deportistas peleaban por estar en cada una de las pruebas y las selecciones más potentes llenaban, de sobra y con los mejores, sus cupos de participación. Pero ampliar el campeonato tanto (con viajes a USA por medio) ha hecho que una parte de la parrilla considere inviable seguir todo el campeonato y ha descartado las carreras más «incómodas» de realizar. Esto ha dejado la puerta abierta a la participación de ciclistas poco habituales, como las bikers Anne Terpstra y Anne Tauber.
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