Dentro de la amplia gama de averías a las que estamos expuestos cuando rodamos por la montaña hay una especialmente temida: la rotura del cambio trasero, o de la patilla de cambio.
Es además, algo relativamente fácil de que tarde o temprano nos suceda. Una rama que se coloca en mal lugar, una piedra que sobre sale del terreno o salidas con mucho barro que pueden llegar a bloquear el cambio. Cuando rodamos sobre la bici y notamos el más mínimo bloqueo de la rueda trasera o el cambio debemos parar lo más rápidamente posible. Es la forma de intentar minimizar el daño.
Cuando el destrozo ya está hecho no nos queda más que buscar la forma de sobrevivir para llegar a casa. Nos podemos encontrar con varios escenarios.
Rotura del cambio
Es más que poco probable que tengas un cambio de repuesto. Con este panorama solo nos queda una opción para intentar llegar pedaleando a casa o a algún lugar donde nos recojan. Debemos desmontar el cambio (quitando la cadena con un tronchacadenas o con el eslabón de enganche rápido en caso de poder liberarlo) y desmontándolo del cable.
Llega el momento de convertir nuestra bicicleta en una singlespeed y dejarla a piñón fijo de forma que podamos avanzar dando pedales. Si tienes una doble suspensión, esto sólo funcionará si puedes bloquearla, puesto que si está activa la cadena recibirá mucha tensión al moverse la suspensión y acabará rompiéndose o saltando.
Con el cambio desmontado, pon la cadena en una combinación de plato y piñón que te permita moverte con cierta soltura. Preferiblemente en la zona intermedia de los piñones. Ahora llega el momento de cortar la cadena para montarla sin el cambio. Debes intentar dejarla lo más tensa posible para evitar saltos de cadena.
Rotura de la patilla del cambio
Las patillas del cambio son pequeñas, y normalmente ligeras. Ocupan poco y te pueden salvar la vida. Si has roto la patilla del cambio, pero el cambio está intacto y sigue funcionando, en caso que lleves encima una patilla de cambio de repuesto estás salvado y quitando las dos partes rotas (una en el cuadro y otra en el cambio) y montando la patilla nueva volverás a poder rodar sin problemas como si no hubiese pasado nada. Ojo, que en muchos casos las patillas de cambio van atornilladas al cuadro con tornillos poco habituales. No eres el primero que lleva la patilla de cambio encima pero no la llave correcta para poder desmontarla. Fíjate bien en que llave se necesita para desmontar la patilla y asegúrate que tu multiherramienta la tiene.
También puedes llevar encima una de las diferentes patillas de cambio de emergencia que hay en el mercado. Suelen fijarse al cierre de la rueda (hoy en día son menos «universales» con la gran variedad de ejes que hay) y actúan como una patilla de cambio normal. Tendrás las opciones de cambio limitadas, pero te puede servir para llegar pedaleando a casa.