No hubo duelo con Van Aert, sus niveles fueron muy distintos
Mathieu van der Poel firmó una victoria incontestable en la Copa del Mundo de ciclocross de Amberes, imponiendo desde el inicio su guion más reconocible. Ataque temprano, hueco inmediato y el resto de rivales obligados a perseguir sin llegar a entrar nunca en un duelo real. El esperado cara a cara con Wout van Aert apenas existió más allá de los primeros minutos de carrera.
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Van der Poel hizo su carrera, forzando el ritmo al inicio y rodando sin fallos
La expectación era máxima por el regreso de Van Aert al ciclocross y por su primer enfrentamiento directo con Van der Poel esta temporada. Ambos partían desde la tercera fila, pero en apenas dos minutos ya rodaban juntos en posiciones delanteras, avanzando con facilidad entre el pelotón. Fue, sin embargo, un espejismo.
En la primera vuelta llegó el movimiento decisivo. Van der Poel seleccionó el grupo junto a Tibor Del Grosso y Joris Nieuwenhuis y, poco después, lanzó una de esas aceleraciones que definen su estilo. En la arena, el campeón del mundo cambió el ritmo como si el terreno fuera asfalto. Del Grosso y Nieuwenhuis se descolgaron al instante y el neerlandés inició su cabalgada en solitario.






