Imanes en lugar de amortiguadores: la nueva locura de Colinfurze que arrasa en YouTube

Uno más de sus experimentos

El popular creador británico Colinfurze, conocido por sus inventos imposibles y proyectos mecánicos extremos, ha vuelto a arrasar en YouTube con un vídeo que supera ya los 3 millones de reproducciones. En él presenta su última locura: una bicicleta que utiliza imanes en lugar de muelles o amortiguadores para crear un sistema de suspensión totalmente funcional.

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Intenta simular el comportamiento de un muelle con imanes

El experimento parte de una idea tan simple como radical. ¿Puede la repulsión entre imanes sustituir el trabajo habitual de un amortiguador? Para averiguarlo, Colinfurze desmontó una bici rescatada de un desguace, instaló puntos de giro en el cuadro y empezó a medir qué fuerzas eran necesarias para comprimir la estructura cuando un ciclista se sube a ella. A partir de esas pruebas caseras diseñó un sistema en el que los imanes, enfrentados por sus polos idénticos, generan una distancia fija que actúa como una especie de muelle invisible.

Llegó a probar imanes de 500 kg de fuerza

El proyecto avanzó rápido, aunque no sin golpes y roturas. Primero comprobó que los imanes normales no eran suficientes. Después recurrió a enormes bloques de neodimio capaces de generar más de 200 kg de fuerza, y más tarde incluso a un set personalizado de 500 kg suministrado por Magnet Store. Todo ello para conseguir que, aun aplicando el peso del ciclista y las inercias al rodar, las piezas siguieran repeliéndose sin colapsar.

La estructura de la bici es el punto débil del experimento a día de hoy

El primer prototipo funcionaba, pero tenía un problema grave: la flexión del cuadro. El uso de tuberías delgadas hacía que la estructura se retorciera y los imanes terminaran chocando entre sí. Por eso Colinfurze construyó una segunda versión, esta vez con tubo de acero inoxidable mucho más grueso y con una distribución distinta de los imanes. El resultado es la bici que aparece en la fase final del vídeo. Una máquina llamativa, con grandes huecos visibles en el cuadro y un tacto de suspensión real en terrenos moderados.

Según explica, en superficies irregulares, el comportamiento es sorprendentemente suave y estable. El sistema magnético filtra pequeñas vibraciones y aporta una sensación de flotación constante. Sin embargo, cuando el creador la llevó a un pump track, quedó claro que el límite estructural llegaba pronto. Los puntos de giro se deformaban y el cuadro empezaba a torcerse bajo cargas fuertes. La suspensión magnética funcionaba, pero la bici no estaba preparada para soportar esfuerzos extremos.

Parece que habrá una versión mejorada de este experimento pronto

Aun así, el experimento se considera un éxito. El sistema demuestra que es posible construir una suspensión funcional sin muelles, sin aire y sin hidráulicos, solo con imanes. Además, abre la puerta a futuros prototipos más robustos, con nuevos diseños que mantengan el icónico hueco visual entre las dos mitades del cuadro pero sin comprometer la rigidez.

Colinfurze ya deja caer en el vídeo que habrá una versión mejorada. Y viendo la repercusión que ha tenido este invento, no cabe duda de que millones de personas estarán esperando ese siguiente capítulo.