Un reto que combina deporte y cultura
El próximo sábado 20 de septiembre, los caminos históricos del interior de Catalunya volverán a llenarse de bicicletas con la celebración de la quinta edición de La Ignasiana, una propuesta cicloturista diferente que va mucho más allá del deporte. Abierta a bicicletas MTB, gravel y e-bike, esta travesía no competitiva permite recorrer el tramo final del Camino Ignaciano, una ruta con más de 500 años de historia, que ahora puede vivirse a golpe de pedal y con todos los sentidos.
Continúa tras los patrocinadores
Una ruta con alma y paisaje
Versión corta y larga con diferentes niveles de dificultad
La Ignasiana propone una travesía autoguiada mediante GPS, con recorridos en línea que llevan a los participantes hasta Manresa, el mismo destino que buscó San Ignacio de Loyola en 1522 en su famoso peregrinaje. Desde entonces, el Camino Ignaciano ha pasado de ser una senda espiritual a convertirse también en una experiencia turística, natural y cultural única. Y La Ignasiana lo lleva más allá con una fórmula que mezcla ciclismo, territorio y gastronomía.
En 2025 se mantienen dos modalidades principales:
- Larga: desde Verdú a Manresa, con dos opciones:
- 110 km y 2.100 m D+, con algunos tramos de sendero sin dificultad técnica.
- 106 km y 1.995 m D+, 100% pista, sin tramos técnicos.
- Corta: desde Igualada a Manresa, con 46 km y 700 m D+, una opción amable y accesible con vistas privilegiadas a Montserrat.
Ambas rutas atraviesan un total de 19 municipios y 4 comarcas, lo que convierte La Ignasiana en una manera inmejorable de descubrir el patrimonio rural de la Catalunya central sobre dos ruedas.