El Grand Raid ha cumplido 25 años. Una de las pruebas de larga distancia con mayor historia en el mountain bike mundial. Una cita tradicional del verano y uno de los retos más exigentes a los que enfrentarse en cuanto a pruebas de un día se refiere.
La carrera suiza cuenta con varias distancias a disputar, pero la prueba estrella es la de 125km que une Verbier y Grimentz tras superar 5.025 metros de desnivel positivo. Empezando a las 6 de la mañana desde la estación de Verbir, los corredores se enfrentan a una sucesión de puertos, y duras subidas que tienen como punto culminante la ascensión al Pas de Lona, a 2.787 metros de altitud, y que supone el último gran escollo para convertirse en finisher de la carrera.
Los últimos 400 metros de desnivel del Pas de Lona deben realizarse cargando la bicicleta, en lo que supone uno de los pasos más míticos del mountain bike de larga distancia.
El Gran Raid siempre cuenta con una gran participación, y este año no ha sido menos. Desde Alban Lakata al estadounidense, reciente ganador de la Leadville 100, Todd Wells. Pero han sido dos suizos los que han dominado la carrera. Urs Huber y Christoph Sauser se han mostrado, con claridad, como los más fuertes del día, y han tenido una batalla que será recordada durante toda la historia de la prueba, llegando prácticamente juntos a la cima del Pas de Lona y estando separados por solo 9 segundos en la línea de meta tras afrontar un larguisimo descenso de 1.300 metros de desnivel negativo.
Por el camino Huber se ha llevado el nuevo record de la prueba con un crono de 6:05:13. Lukas Buchli, 3er clasificado, se ha quedado a más de 9 minutos del dúo de cabeza.
Para Huber, una de las grandes referencias mundiales del bike-maraton, «este ha sido uno de los mejores días de mi carrera deportiva. Es increíble ganar aquí y de esta forma» explicaba el rider del Team Bulls, que venía de ganar el Campeonato de Suiza de bike-maraton y que sumaba su tercera victoria en el Grand Raid.