Me tomé 10 días de descanso total tras la operación. No hice rodillos. Sentía que mi cuerpo necesitaba tiempo para asimilar la operación
Un día después de la caída Jolanda Neff pasaba por el quirófano para fijar su clavícula. Era la primera vez que la suiza pasaba por un quirófano. Estuvo ingresada durante 3 días. También tenía una fractura en el codo derecho. Todo parecía que estaba lejos de poder volver a competir. Incluso de poder volver a entrenar con normalidad.
«Estaba totalmente condicionada. Apenas podía salir de la cama del hospital o hacer nada. Me tomé 10 días de descanso total tras la operación. No hice rodillos. Sentía que mi cuerpo necesitaba tiempo para asimilar la operación» explica la propia corredora.
De hecho, su temporada 2017 también tuvo muchos altos y bajos. Su año en la Copa del Mundo fue muy irregular. Fue 18ª en Nove Mesto y 12ª en Andorra. Tras esa prueba conseguía mejorar en Lenzerheide con un 4º antes de ganar en Val di Sole y conseguir llevarse el Mundial de Cairns.
«Sinceramente, siento que he estado en una montaña rusa los últimos 18 meses. No hay mejor forma de describir mi 2017. A veces siento que necesito cierta presión para hacer las cosas un poco más interesantes para poder afrontar un reto.» Está claro que la caída de Hoogerheide supuso un buen reto para ella. «Siento que mi cuerpo está completamente recuperado. Mi cabeza estaba lista para trabajar duro de nuevo, pero mi cuerpo no. Me tomé esos 10 días sin hacer nada. Probablemente es lo que mi cuerpo necesitaba.»
A pesar de haber ganado en Chelva explica que «No espero un gran resultado aquí, pero sí sumar puntos para la general de la Copa del Mundo, puede ser crucial sumar el máximo posible en esta carrera. El año pasado me perdí una Copa del Mundo pero pude hacer 4ª igualmente en la general, así que sueño con competir en todas las carreras este año.»
¿A largo plazo? Como no, los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. «Tengo algunas cuentas pendientes en esa carrera» concluye Jolanda Neff.