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Analizando el domino de Nino Schurter, ¿dominador absoluto o victorias al límite?

Nadie le ha podido parar, pero no ha ganado ninguna carrera con más de 30 segundos de ventaja. ¿Qué le hace infalible?

4 pruebas de Copa del Mundo y sólo un ganador en la categoría reina masculina. Nino Schurter lleva la temporada perfecta en la Copa del Mundo. Ganó en Nove Mesto, Albstadt, Vallnord y, ahora, en Lenzerheide.

El suizo se ha impuesto en todas las pruebas disputadas, ante diferentes rivales y en circuitos de características muy variadas. De las duras y cortas rampas de Nove Mesto, a las «largas» subidas de Albstadt. De la dureza de un circuito a casi 2.000 metros de altura en Vallnord, al resbaladizo trazado de Lenzerheide.

Pero, ¿qué hace que Nino Schurter sea capaz de ganar todas las carreras? ¿Es el más fuerte físicamente?

Nino Schurter en Lenzerheide

Nino Schurter en Lenzerheide

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De las 4 victorias obtenidas podríamos dividir sus triunfos en dos grupos. Nove Mesto y Vallnord fueron carreras en las que Schurter dio la impresión de dominar con cierta soltura. Albstadt y Lenzerheide han sido pruebas donde le hemos podido ver en ciertos apuros.

El suizo no ha ganado ninguna carrera con más de medio minutos de ventaja. Ganó a Valero por 26″ en Nove Mesto, a Van der Poel por la misma diferencia en Albstadt. Entró con 18″ de ventaja sobre Fluckiger en Vallnord y con apenas 6″ sobre Kulhavy en Lenzerheide. Por diferencias, Nino no avasalla en ninguna prueba. En sus mejores momentos, Absalon ganaba pruebas de Copa del Mundo con auténticas minutadas, aún teniendo en cuenta que las carreras solían estar cerca de las 2 horas en su momento.

Lo que parece diferenciar al biker de Scott de sus rivales es su total control de los errores. En este 2017 Nino Schurter nunca falla. Nunca tiene un mal día físicamente. Nunca comete errores en los tramos técnicos. Nunca tiene problemas con las salidas. Y aún más difícil, nunca tiene problemas mecánicos. Algunos lo llamarán suerte, pero aunque el azar siempre puede jugar un papel importante, cuanto mejor es un corredor más de su lado parece estar el azar.

De entrada sus salidas son fulgurantes y eso en la Copa del Mundo es igual a ahorrarse muchos problemas y gasto de energía en remontar y pelear posiciones. Jaroslav Kulhavy podía haber ganado en Lenzerheide, pero echó a perder su carrera en la primera vuelta. Para entonces Nino Schurter ya rodaba en cabeza sin miedo a que el tráfico o cualquier caída le dejase atrapado. El máximo exponente de su sensacional inicio de carrera fue Vallnord. Allí se fue prácticamente desde la salida y nadie más lo pudo ver hasta meta.

Su nivel técnico obliga a los demás a rozar sus límites y le permite limar segundos en cada tramo exigente. El mayor ejemplo de ello es el duelo que mantuvo con Marotte este pasado fin de semana. El francés cedía algunos segundos en cada zona técnica, obligándose a un sobre esfuerzo para recuperar la rueda del suizo. Un desgaste que, con las fuerzas igualadas, es clave para decantar la balanza a favor del campeón del mundo. Otra muestra de ello fue su batalla con van der Poel en Albstadt, decidida por un error bajando del holandés. El ritmo de Schurter en las zonas técnicas lleva al límite a sus rivales.

Físicamente es el más constante de todos. No hemos visto día malo para él en la Copa del Mundo y la consistencia de sus tiempos por vuelta es espectacular. Nunca se lleva la vuelta más rápida al circuito (en Nove Mesto la compartió con Van der Poel, en Albstadt fue para van der Poel, en Vallnord para Sarrou y en Lenzerheide para Kulhavy) pero es el que mejor sabe llevar un ritmo altísimo durante toda la carrera.

Tras lo que parece un dominio absoluto del suizo hay unas carreras perfectas, cuidadas al detalle y sin errores, el punto diferenciador frente a sus rivales que, en un aspecto u otro, siempre acaban cediendo frente a la constancia del biker de Scott-SRAM. Nino Schurter compite con la precisión de un reloj suizo.

Ahora tiene la general encarrilada y dos carreras para lograr el pleno de victorias en un año. Mont-Sainte-Anne, un circuito que tradicionalmente se le ha dado muy bien, y Val di Sole. ¿Podrá hacer pleno?

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