En una vuelta pasó de ir prácticamente último a situarse en el grupo de cabeza de carrera
Sí, Mathieu van der Poel salía retrasado en la parrilla de la Copa del Mundo de ciclocross en Koksijde. Concretamente en la 3ª fila. No parecía un gran problema para el campeón del mundo pero, en la primera curva, las cosas se le complicaron aún más. Un enganchón de unos corredores a mitad de pelotón bloqueó el paso por la parte izquierda del recorrido, justo el lado por el que van der Poel intentaba ganar posiciones. Mientras tenía que frenar y esquivar al corredor caído, por el lado derecho, le adelantaba buena parte de la parrilla. Al retomar la marcha era prácticamente el último. Y el pelotón ya se había estirado.
Parecía que hoy iba a tener trabajo para dar caza a los líderes. Nada más lejos de la realidad. En una demostración de fuerza, otra más, no solo remontó posiciones a un ritmo espectacular, sino que acabó esa misma primera vuelta en el grupo de cabeza. Cerca de liderar la competición. Mathieu van der Poel adelantó a corredores en todos los terrenos, pero se le vio especialmente eficiente en los numerosos tramos de arena. Ya fuese sobre la bici o corriendo, fueron las zonas donde más plazas ganó.
A partir de ahí, lo esperado. Se fue como y cuando quiso. Nadie pudo seguir su ritmo y sumó la 7ª victoria de la temporada sobre 7 carreras de ciclocross disputadas. Además, dando una sensación de poder apretar aún más. El campeón del mundo parece, un año más, imparable.
Según su calendario de competición su próxima carrera será el DVV Trofee de Kortrijk.