La espectacular 1ª victoria de Jolanda Neff y la diferencia en cómo se vive una prueba masculina y femenina

En la prueba femenina lucha por la victoria. En la masculina sólo ver cómo gana van der Poel y cómo supera contratiempos

El Grand Prix Sven Nys arrancó en el año 2000 y no ha parado de disputarse desde entonces. Sven Nys es el ciudadano más ilustre de la localidad de belga de Baal. Un deportista histórico como él bien merecía una carrera homenaje. El belga la ganó en 12 de las 16 veces que compitió en ella. El recorrido de esta prueba es, como le gustaba a Sven Nys, duro y exigente técnicamente. Este año ha formado parte del DVV Trofee, uno de los grandes certámenes del ciclocross mundial.

La prueba femenina fue una nueva muestra que las carreras de mujeres están a un nivel de espectáculo excepcional a día de hoy. Una dura batalla entre Jolanda Neff y la campeona del mundo Sanne Cant sirvió para demostrarlo. La suiza sacaba partido de sus dotes técnicas mientras la belga mostraba su poderío físico. Pero la técnica se impuso al físico en el delicado trazado de Baal. Una caída de Cant también ayudó a Neff a confirmar su primer triunfo. La suiza va en ascenso en esta temporada de ciclocross y el mundial se acerca. ¿De qué será capaz?

Mathieu van der Poe del nuevo, y la diferencia en cómo se viven las carreras masculina y femenina

Caída, pinchazo y «salvada». Nada frena a Mathieu van der Poel

Donde no hubo sorpresa fue en la prueba masculina en la que Mathieu van der Poel logró otra victoria. Su racha de triunfos es imparable y ya ha estrenado su marcador de 2019. Si en la prueba femenina los espectadores están pendientes de la batalla por las posiciones y la victoria, en la masculina la atención está en ver si le pasará algo a Mathieu van der poel y, en caso que le pase, como recuperará para ganar. En Baal el holandés vio como una caída al inicio le obligaba a remontar. Algo que hizo con bastante solvencia. También fue víctima de un pinchazo, que no le privó de seguir liderando la carrera. Por último, realizó una «salvada» de caída impresionante para acabar rematando la victoria. Otro monólogo de Mathieu van der Poel.