Cada año es una circunstancia más habitual. Ciclistas formados en el MTB se pasan al asfalto para ser protagonistas en el más alto nivel del ciclismo profesional.
Cadel Evans ha sido el ejemplo más claro de exitoso paso del MTB a la carretera, y quien abrió un camino que muchos otros han seguido con éxito.
Ryder Hesjedal es otro biker con pedigree. El canadiense fue subcampeón del mundo en el año 2003 en categoría elite y logró ser campeón del mundo de team relay en 2001 y 2002. En 2004 competía en los Juegos Olímpicos, y un pinchazo le apartó de la pelea por las medallas cuando parecía un claro candidato a ellas. Su paso por el MTB también tuvo un capítulo oscuro, como él mismo explicó.
Esta edición 2015 del Giro verá como Fabio Aru se alza con la segunda plaza de la general. El italiano, una de las nuevas sensaciones del ciclismo mundial, llegó a ser seleccionado por Italia en calidad de suplente para el Campeonato del Mundo de Val di Sole 2008.
El compañero de Aru en Astana, el italiano Diego Rosa, también cuenta con un importante pasado biker. Fue 8º en el Campeonato del Mundo sub-23 de 2011, en Champery.
El ruso Yury Trofimov, otro de los ciclistas que ha dado espectáculo en este Giro, consiguió ser campeón del mundo en 2005 como sub-23, en el mundial celebrado en Livigno. Antes, como junior, logró el bronce en Kaprun.
Andrey Amador, aunque no tuviese su principal base en el MTB sabe perfectamente de qué va competir en las ruedas gordas. Como buen costarricense tomó parte en la carrera más importante de su país, La Ruta de los Conquistadores, donde ganó la última etapa en 2006.
En este tipo de pruebas de larga distancia el mejor biker actualmente en el MTB es Adam Hansen, que se hizo un nombre ganando la Crocodile Trophy.