Quiere acabar, por primera vez, una prueba de 3 semanas
Mathieu van der Poel está a las puertas de su debut en el Giro de Italia. Será la segunda gran vuelta en la que tome parte después de debutar en el Tour de Francia el año pasado. Eso sí, llega a este Giro de Italia con un enfoque diferente a como afrontó el Tour de Francia. El año pasado tenía la necesidad de abandonar la prueba francesa para poder viajar a Tokio de cara a la prueba de olímpica de XCO. Este año el Giro de Italia tiene toda su atención y, según sus propias palabras, quiere acabarlo como un paso más en su formación como ciclista de carretera. El neerlandés parece tener un plan claro para la carrera italiana.
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El plan pasa por ganar la primera etapa y vestirse de rosa
El ciclista de Alpecin Fenix parece afrontar el Giro de Italia con un plan claro. Algo similar a lo que hizo en el Tour de Francia, donde logró ganar una etapa y vestir el maillot amarillo durante la primera semana. Este año el Giro de Italia arranca en Hungría y lo hace con una etapa de 195 km. Es una jornada llana… salvo los últimos 5 km donde los ciclistas afrontarán una subida de 5,6 km con los últimos 4 km al 5% de media. Un final de etapa que puede ser perfecto para sus características y que, en caso de lograr ganar, le daría el maillot rosa de líder de la general. Un premio doble que parece la base de su plan en este Giro de Italia.
Ha entrenado con la «cabra», algo poco habitual
De salirle bien esa jugada en la siguiente etapa tendría que hacer frente a una contrarreloj individual. No es su disciplina pero la distancia, de solo 9,2 km, hace que aunque no sea su modalidad sí sea un esfuerzo corto e intenso al que está muy bien acostumbrado. El propio Mathieu van der Poel ha dado muestras de su interés en hacer un buen papel en esa crono realizando entrenamientos con la bicicleta de contrarreloj, algo muy poco habitual en él.