La segunda etapa de la Crocodile Trophy 2011 sigue ofreciendo unas imágenes pocas veces vistas en esta prueba. Con lluvia, barro y agua. Unas circunstancias que parecen no afectar al favorito número uno a la victoria final, y a la vez defensor del título.
Urs Huber ha dejado claro quien es el más fuerte en esta prueba. Le han bastado 30 minutos de carrera para atacar en la subida más dura del día, que se encontraba en los primeros quilómetros de la etapa. A partir de ahí, aún tenía por delante 70km para llegar a la línea de meta. El suizo los ha recorrido en solitario aventajando en 4 minutos a Jeroen Boelen, el compañero de equipo de Bart Brentjens que acudía a la carrera como escudero del campeón olímpico, y que ahora se ve en el papel de rival número uno de Huber.
«Ayer miré el libro de ruta y vi que era una etapa que podía ganar. Sobre el papel soy el corredor que mejor sube, pero cada año tienes nuevos rivales. Ayer, aunque la etapa se neutralizase me quedé sorprendido de como iba el corredor holandés – Jeroen Boelen – y uno de lo koreanos» explica el suizo. Sobre sus opciones de revalidar el título por tercera vez consecutiva comenta que «ahora todo pinta bien, pero la carrera no está acabada. Lo que he hecho hoy es imposible hacerlo cada día, y está claro que tengo que aumentar la ventaja de cuatro minutos para poder competir de forma más relajada.»
En cuanto a Jeroen Boelen, sobre que pasaría si Brentjens estuviese en carrera decía que «he pensado mucho en él hoy. Subiendo seguramente no hubiésemos podido seguirle, pero en el llano, trabajando los dos, las cosas podían haber cambiado»
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