El material de mountain bike no para de evolucionar. Curiosamente, un componente sencillo de nuestras bicicletas ha sufrido una pequeña revolución en los últimos años. Se trata de los puños de MTB. Nuevos materiales, grosores a medida, nuevas formas y tamaños, y decenas de diseños diferentes para cuidar al máximo uno los tres puntos de contacto que tenemos con la bicicleta. Estos son los consejos de Biking Point a la hora de escoger los que mejor se adaptan a nuestras necesidades.
Escoger puños para MTB
Aunque en ocasiones las empuñaduras de manillar, puños o manguitos, sean uno de los elementos a los que menor atención se le presta a la hora de comprar una bicicleta o de elegir un recambio una vez se nos gastan los que llevamos, tienen más trascendencia de lo que muchos puedan pensar. Como el sillín o los pedales, son una parte fundamental para nuestra comodidad y disfrute, e igual que con todos los puntos de contacto entre ciclista y bicicleta, su elección es muy personal y condicionada según criterios propios.
Por norma general las empuñaduras se dividen de inicio en dos grandes grupos, con bloqueo y sin bloqueo. El bloqueo es una arandela que se coloca en el extremo del puño y que apretamos para dejarlo perfectamente fijado al manillar. Existen versiones con bloqueo en un extremo y con bloqueo en ambos extremos. Mediante estos bloqueos nos aseguramos una perfecta fijación al manillar, aunque generalmente estos modelos son un poco más pesados y gruesos, ya que su estructura acostumbra a ser una base de plástico duro, con las arandelas y tornillos, con la goma a la que nos agarramos pegada encima. Por su parte, en las versiones de puños sin bloqueo, su estructura es simplemente el trozo de goma (silicona o espuma) que hace de empuñadura, que sirve tanto por la cara exterior para que lo agarremos, como la cara interior para quedarse fijado al manillar. Es por este motivo que si no se trata de un puño de calidad, al no ir collados al manillar por ningún otro elemento, tendrán más posibilidades de no quedarse correctamente fijados al manillar y ser bastante molestos. También son más difíciles de colocar y sacar del manillar, y se necesita algún líquido o un compresor de aire para colocarlos correctamente.
Las características que debe cumplir un manguito para considerarse bueno son 4:
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Que no se mueva ni un milímetro, pues cuando no quedan bien fijados se mueven hacia delante, hacia atrás y hacia el exterior, y es muy molesto porque desconcentra cuando estas disfrutando de tu ruta e incluso pude llegar a ser peligroso (a un servidor le ha pasado de tirar del manillar para subir una pared de tierra y quedarse con el manguito en la mano, lo que paso a continuación lo dejo a vuestra imaginación).
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Un grueso del puño acorde a nuestros gustos y a nuestra mano. Generalmente, para una conducción agresiva, tipo descenso o enduro, se aconsejan (y les acostumbran a gustar más a los riders) unos puños más finos, que se puedan agarrar en la totalidad de su diámetro con fuerza, y que permitan tirar del manillar con agresividad tanto en cambios de dirección, como en saltos y al superar obstáculos.
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Un material de tacto agradable, esto es totalmente subjetivo según el ciclista, aunque está claro que seguramente a nadie le gustarían unos puños plásticos extremadamente duros, puesto que producen quemaduras, llagas y más callos en la palma de la mano. Hay quien preferirá el tacto de la goma, y hay quien preferirá el tacto de la espuma o la silicona. Cuanto más blando sea el material, peor será su resistencia al desgaste y las roturas, especialmente en caso de caída o rozar con ramas y piedras en pasos estrechos.
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Debe absorber tantas vibraciones como sea posible, su rendimiento dependerá del grosor y el material del manguito. Cuanto más blandos y gruesos, por lo general, mejor absorberán las vibraciones producidas por el terreno encima del cual circulemos, descargando notablemente manos y antebrazos de la fatiga producida por las constantes vibraciones que se transmiten. Esta característica es sobretodo palpable en los puños sin bloqueo, y en un modelo de calidad, se puede llegar a notar mucha diferencia.
Empuñaduras que cumplan todos estos requisitos existen en abundancia en el mercado, simplemente hemos de escoger los que más se adecuen a nuestros gustos y necesidades, probarlas previamente si podemos o guiarnos por los test y reportajes que podamos leer en revistas y webs especializadas.