En los tiempos que corren, y con el panorama económico adverso que se presenta en muchos sectores, los errores de cálculo no perdonan a las compañías. Sombrio, una marca dedicada a la fabricación de textil para el mountain bike, concretamente para las modalidades de freeride y DH, puede ser víctima de sus propias ansias de crecimiento.
Ubicada en North Vancouver, en British Columbia, corazón de las disciplinas que representa, Sombrio contaba con una trayectoria positiva de crecimiento y una modelo de expansión a pequeña escala pero que se había mostrado seguro desde su creación.
En 2011, en un esfuerzo de multiplicar su crecimiento, acudieron a diferentes consultores que mostraron un plan de expansión a gran escala, con la creación de tiendas propias y una red de distribución mundial creada por ellos que debía llevarles a dar un paso más adelante en su modelo de negocio. En 2012 se encontraron nuevos inversores para tal andadura, y el futuro parecía prometedor.
Sin embargo, sobre el terreno, los costes reales de llevar a cabo tal crecimiento se mostraron muy superiores a los estimados en un principio. Muchas de las tiendas planeadas no llegaron ni a inaugurarse y la compañía entró en una espiral de deudas contraídas por un proyecto que no iba a poder llevarse a cabo.
Todo ello les ha llevado a la situación actual, extremadamente delicada. Sin inversores, y sin capacidad para asumir la deuda, sólo la venta de la compañía o la llegada de nuevos socios con capital puede salvarla del cierre. Por el momento se sigue trabajando bajo mínimos pero si no llegan apoyos, Sombrio está abocada a la desaparición.