Mont Sainte Anne ha acogido la penúltima cita de la copa del mundo. Después de Vallnord, donde Sergio Mantecón logró volver a estar entre los más grandes y un campeonato de España donde retomó las buenas sensaciones, llegaba la hora en Canadá de volver al puesto donde debería estar luchando durante todo el año.
La preparación y las sensaciones previas eran perfectas. Tanto psíquica como físicamente el corredor lorquino llegaba en plena forma y con la motivación por las nubes. Por desgracia no hemos podido ver esas sensaciones durante la prueba. Desde el comienzo, una mala salida y muchos atascos le posicionaron bastante atrás durante las primeras vueltas. Una vez ya estirado todo el grueso de corredores, Mantecón intentó adelantar posiciones pero notaba que no iba, que no podía aumentar el ritmo. Dedicó el resto de la prueba a exprimirse al máximo pero le fue imposible tener buenas sensaciones y adelantar posiciones.
Finalmente cruzo la meta en la posición 24. No ha sido el resultado que se esperaba, llegaba apostando y viéndose capaz de luchar por el pódium, pero hoy ha sido uno de esos días en los que incompresiblemente el deporte demuestra que no todo es llegar en las mejores condiciones.
Mantecón al terminar la prueba comentó que “Salía mentalizado para estar adelante con los mejores, mis piernas y mi cabeza estaban preparadas, pero no ha sido mi día, no podía apretar y exprimirme al máximo. Me he encontrado con muchos tapones, pero a pesar de ello me era imposible adelantar puestos cuando tenía huecos.
Me marcho de Canadá con la tranquilidad de saber que ha sido un día y con la mente puesta en el mundial de Sudáfrica donde espero poder demostrar el estado en el que me encuentro”
