La actuación de hoy de Joseba Albizu ha sido un auténtico golpe de campeón. Aunque su contundente victoria no le ha servido para colarse en un podio al que se aferran Radoslav Sibl y los hermanos Fojtik, con Jan a la cabeza; la de hoy, 24 de julio, ha sido por fin una etapa en que claramente el vasco ha demostrado su capacidad para convertirse en futuro vencedor del IronBike y poner las cosas difíciles a los checos.
Sus tiempos en los contra-relojes han sido de 13’ 39’’ en la primera prueba y de 1h 41’ 39’’ en la segunda, cinco segundos por delante de Sibl.
Esta doble victoria de Albizu ha permitido que el protagonismo de la etapa de hoy haya adquirido un color completamente español, ya que un día más y como ya es habitual, la pareja formada por Javier Rodríguez y Gabriel Maldonado ha sido la más rápida en completar las pruebas, justo por delante de Toni Pérez y Jordi Nogués, que han mantenido un muy buen ritmo y han terminado en segunda posición.
Los ciclistas han empezado la etapa enfrentándose a una prueba especial, una ascensión al Monte Cavour de aproximadamente veinte minutos de duración, antes de bordear la Valle Pellice dirección oeste. En su camino hasta Torre Pellice han tenido que ascender cuellos como el Valanza –donde una intermitente niebla impedía una buena capacidad de visión más allá de los treinta metros- o el Colle Chiot Cavallo, inicio de un descenso de más de dos mil metros de desnivel en tan solo 35 kilómetros.
Justo al cruzar la meta, situada en una calle céntrica de Torre Pellice restaurada al estilo de finales de siglo XIX, Albizu ha admitido que se ha visto “muy bien en una etapa que va a marcar las diferencias” y no esconde su ilusión para “progresar y recuperar a falta de media vuelta”.
La exigencia etapa de mañana, una de las más duras de la competición junto a la segunda, se basa en la dura ascensión de las lomas del la Pareat, a 2.373 metros de altura, y el paso por Col Giuliano, a 2.457. Una vez llegados a Prali, recorridos cincuenta y tres kilómetros de etapa, los ciclistas podrán tomarse un descanso de veinticinco minutos, justo el tiempo que tardarán en trasladarse en telesilla hasta Bric Rond, desde donde empezarán el descenso a Pramollo, el fin de la etapa.