Probamos la BMC Speedfox y su sistema de tija telescópica y suspensión conectadas

Sobre el terreno la posición intermedia no es fácil de lograr y requiere cierto “entrenamiento” para situar la tija en ella de forma rápida. Nada especialmente traumático. Algo a lo que nos acostumbramos a los pocos kilómetros de uso, pero que no es totalmente natural.

Por lo demás el sistema se mostró fiable y efectivo. Ya no tienes que preocuparte del ajuste de la suspensión sólo del tipo de terreno por el que ruedas y la altura a la que quieres el sillín. Tiene la ventaja que acabas rodando mucho más centrado en el sendero y el pilotaje, algo que se agradece y que es un beneficio digno de merecer todo el esfuerzo realizado por BMC. Aunque en algunas situaciones tienes que adaptar tu pilotaje al ajuste predeterminado para la posición de sillín en la que vas. Donde notamos que hubiésemos preferido ajustar la suspensión de forma manual fue, sobre todo, en el caso de senderos llanos o sin mucha pendiente, pero muy técnicos o con un firme muy roto. En esos casos necesitamos todo el potencial de la suspensión y una buena sensibilidad inicial, pero también una buena posición para poder pedalear sentados y sacar el máximo rendimiento a la pedalada. Sí, el TrailSync permite conducir de forma más centrada en el camino, pero también te convierte en un esclavo de su decisión. En general el reglaje relacionado con la tija telescópica es adecuado para la mayoría de terrenos y acostumbrarse a ello es cuestión de uso. Aunque siempre sabiendo que podemos encontrarnos con situaciones puntuales donde no es la elección perfecta.

En total, la tija ofrece 100mm de recorrido y su retorno es siempre muy rápido y vivo. Como orientación, la primera posición baja la tija unos 20mm y la posición intermedia unos 80mm.

Además, la cabeza de la tija, donde va fijado el sillín, ofrece unos 25mm de ajuste para lograr nuestra altura ideal con la tija extendida.

Por lo demás rodar con la BMC Speedfox es una gozada absoluta. Nos sentimos muy a gusto con el diseño bajo del tubo superior, que permite mucha movilidad sobre la bicicleta, especialmente si eres un biker habituado a mover mucho las rodillas y las piernas hacia el interior en función del terreno, perfil que encaja con nosotros, y que habitualmente acaba con toques contra el tubo superior, algo que no pasa con la Speedfox.

Tiene una rigidez sobrada para uso trail y la geometría sigue los cánones esperables para nuestros días, 68,2º de dirección y reach de 430mm en talla M 29″. El número más llamativo son los 445mm de vainas traseras, en la franja larga de este tipo de modelos. Da confianza y aplomo a alta velocidad y su ligereza facilita mucho las cosas en tramos revirados o con constantes cambios de trayectoria. El reparto de pesos y la posición del biker también son las correctas para una trail en la que hay que bajar con solvencia, pero también subir en una postura aceptable.

Como buena bicicleta de gama alta, la ligereza juega a su favor. Invita a cambios de trayectoria y se percibe ágil cuando hay que moverla. Las ruedas de 29” parecen ser el camino a seguir para las trail, especialmente por el aplomo adicional que aportan, la facilidad para mantener la velocidad y el aumento de confianza que genera cuando bajamos por lugares abruptos. Realmente con la llegada del Boost que posibilita geometrías más lógicas para las 29” y espacio adicional para tener largo recorrido de suspensión, las 27,5” trail están en un apuro. En el caso de la Speedfox se opta por diferentes medidas de rueda según la talla. En S y M está disponible en 27,5″, mientras que en M, L y XL hay versiones de 29″, que son las que probamos nosotros.

Del sistema de suspensión APS de BMC poco que destacar que no conozcamos bien. Una buena firmeza inicial para pedalear y un funcionamiento progresivo a partir del tramo medio del recorrido que previene topes indeseados. La marca suiza hace tiempo que trabaja con él y los resultados son muy positivos.

La BMC Speedfox es una de esas bicicletas 2018 que va a subir el listón en el segmento de las trail, una categoría donde parece trasladarse la batalla entre las marcas una vez que el enduro ha llegado a su cúspide y los usuarios tienen más claro qué tipo de bicicleta necesitan para su estilo de conducción y terreno. BMC tiene una bicicleta ganadora con su Speedfox, obviamente, pasando el peaje del precio elevando que implican los acabados y equipamiento que otorga la firma suiza a sus modelos. Es ligera, excelentemente acabada, con una geometría equilibrada y la exclusividad del sistema Trailsync. 

La BMC Speedfox en imágenes