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Los datos de la etapa con más abandonos de la historia de la Absa Cape Epic

Un análisis detallado de como la Cape Epic 2017 ha sido la más corta y los datos de la fatídica 1ª etapa que produjo 80 abandonos y el recorte de la 2ª etapa

Al hilo de nuestro anterior artículo, sobre sí buena parte de los abandonos en la primera etapa de la Absa Cape Epic de este año eran debidos a falta de preparación, hemos considerado oportuno ahondar un poco más en la información imparcial que envuelve a esa jornada y que fue el detonante que al día siguiente se recortase una etapa de la carrera por primera vez en 14 años de competición.

Está bien ponerse en antecedentes de qué es la Absa Cape Epic. Prueba pionera en implantar el formato por parejas, y la carrera que lo popularizó de forma mundial, se convirtió desde casi su inicio en el referente mundial en pruebas por etapas.

Conocida como la Untamed (salvaje), se labró un nombre por lo peculiar de sus recorridos que guardan parte de la esencia de África. No son especialmente técnicos, no son especialmente duros en cuanto a desnivel, pero lo que los hace tremendamente exigentes es el terreno por el que se circula. Caminos que no suelen ser terreno habitual de las bicicletas. Suelos bacheados, pedregosos, arenosos y rizados hacen que no haya kilómetro de descanso en la carrera y que lo que sobre el perfil es una etapa sin dificultades sea un suplicio cuando se rueda en ella.

Últimos metros de la espectacular ascensión al Haarkapperspas. Foto reg Beadle/Cape Epic/SPORTZPICS

Últimos metros de la espectacular ascensión al Haarkapperspas. Foto reg Beadle/Cape Epic/SPORTZPICS

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A ese exigente y machacón terreno hay que sumar las características propias de la zona en que se disputa. En esa época es finales de verano-principios de otoño. Es una región árida y calurosa donde las temperaturas de más de 35º no son ninguna excepción. Es algo que se ha visto a menudo en los 14 años de historia de la prueba. El calor es uno de sus factores determinantes, y no es algo que se descubra hoy.

Durante su historia el tipo de trazados de la carrera también ha ido evolucionando. Se ha ido suavizando, haciéndose etapas más cortas en kilómetros pero con más presencia de senderos. La cúspide de la locura en larga distancia llegó en 2008 con un recorrido que tenía 966 kilómetros. Curiosamente, la edición más corta de la historia de la carrera fue la de 2016 con 647km, seguida de la de este año, prevista a 691km pero que ha acabado teniendo solo 651km. Con ello también el tiempo invertido por los ganadores. De las 36 horas de la edición de 2008 a las 26 horas y 35 minutos que necesitaron Nino Schurter y Matthias Stirnemann para ganar este año, la edición que menos tiempo han necesitado los ganadores para completar el recorrido en toda su historia. Fruto de ese cambio de formato también han bajado las velocidades medias. De los 28,65km/h de la edición de 2005, la más rápida en cuanto a velocidad a los 22,18km/h de la edición de 2010, la más lenta en ese aspecto. Este año la media del ganador fue de 24,4km/h.

Por si el tiempo de los ganadores no es referencia para algunos (sí lo es, y suele ser la pauta que marca el resto de tiempos de corte y predicciones de medias para el resto de participantes), fijándonos en el clasificado 100 de cada edición esta Absa Cape Epic 2017 ha sido la más corta de la historia si nos centramos en esa posición, con «solo» 35:12:02 para el equipo 100º de este año, respecto a las 50:13:45 que necesitó el 100º en la edición de 2008 (muestra que cuanto más atrás en la clasificación más afectan las largas distancias como la de esa edición 2008).

Tramo de subida de asfalto en el inicio de la etapa. Foto Greg Beadle/Cape Epic/SPORTZPICS

Tramo de subida de asfalto en el inicio de la etapa. Foto Greg Beadle/Cape Epic/SPORTZPICS

Estos datos ponen en relieve que, a todas luces, la edición 2017 de la Absa Cape Epic ha sido una de las más benévolas en cuanto a trazado de toda su historia. El recorrido que menos tiempo ha requerido a sus participantes para acabar. ¿Aún no convencido de que ha sido la edición más corta en todos los aspectos? El último dato. En 2008 el último equipo que fue finisher, el farolillo rojo, necesitó 74:40:37 para completar la ruta entera. Este año, el farolillo rojo de la clasificación ha necesitado «solo» (y destacamos las comillas) 56:11:11. Que además, es, casi exactamente, el doble del tiempo que necesitó el Scott-SRAM ganador de la carrera (26:35:06). He aquí un dato clave para el cálculo de los mínimos necesarios para completar una carrera de este nivel. Rodar, como mínimo, a la mitad de velocidad que la cabeza de carrera. Un objetivo más que sensato para afrontar un desafío de este tipo.

Tras este «chorreo» de datos objetivos. Volvemos a la primera etapa en línea de esta edición. Era el segundo día de competición. El día anterior se había celebrado una contrarreloj de 26km. Un aperitivo casi anecdótico si tenemos en cuenta los 7 días que vendrían después. Un esfuerzo mínimo en el global de la carrera. La primera etapa, 101km con 2.300 metros de desnivel positivo. A priori, números que no son de otro planeta. Salida y llegada en Hermanus High School, a la orilla del mar. 9 horas y media de tiempo máximo para realizar la etapa. 4:25:35 el tiempo que emplearon los ganadores (Fumic y Avancini). Y recordamos, el tiempo máximo muy cercano al doble del tiempo que acabaron invirtiendo los ganadores. No es casualidad.

Un día de calor, uno de los factores más determinantes y habituales de la Absa Cape Epic. Foto Dominic Barnardt/Cape Epic/SPORTZPICS

Un día de calor, uno de los factores más determinantes y habituales de la Absa Cape Epic. Foto Dominic Barnardt/Cape Epic/SPORTZPICS

Habían 3 avituallamientos. Uno en el kilómetro 25, y los otros dos (atención no es casualidad su ubicación) en el kilómetro 57 y 72. Muy cerca entre ellos, ¿no? Tiene su explicación.

Sobre el recorrido de la etapa que, por suerte, podemos describir al detalle, tenía una salida por asfalto con una ascensión dura y corta. De los 8 primeros kilómetros, 7 eran por asfalto. Decimos ascensión dura, pero eran apenas 180 metros de desnivel positivo. Nada especial. A partir de ahí otra ascensión, esta vez por sendero estrecho de características similares. Otros poco más de 200 metros de desnivel. Y desde ese punto hasta el avituallamiento del kilómetro 57 una sucesión de subidas y bajadas cortas por terreno variado. Pistas, senderos y los temidos «jeep tracks», pistas de doble rodera generalmente repletos de agujeros, piedras y arena. Un terreno de difícil rodar, pero sin grandes ascensiones y con constantes bajadas que aunque cortas, siempre ayudaban a recuperar el aliento.

El tramo clave del día, y donde se produjo la debacle de la jornada para la mayoría de las 80 parejas que acabaron abandonando, era el que iba del 2º al 3er avituallamiento. Ya decimos que no estaban situados tan cerca por casualidad. Sólo 15km, pero en ellos una subida técnica y dura por sendero y una bajada, igualmente técnica y por sendero. Gracias a Strava podemos observar tanto la subida como la bajada al detalle. El tramo técnico de la subida eran 2,1km con 235 metros de desnivel (11% de media) plagados de curvas de herradura y con firme deslizante. La subida en total era algo más larga, unos 3,5km, pero la primera parte era por pista cómoda. Es el conocido como Haarkapperspas. La bajada, 2,2km de sendero pedregoso para perder 352 metros de altura. El resto hasta el avituallamiento 3, pista sin dificultad y algunos repechos.

El fatídico momento en que te cortan el dorsal. Sinónimo que no has entrado dentro del tiempo máximo. Foto Shaun Roy/Cape Epic/SPORTZPICS

El fatídico momento en que te cortan el dorsal. Sinónimo que no has entrado dentro del tiempo máximo. Foto Shaun Roy/Cape Epic/SPORTZPICS

Hay que recordar que cuando los bikers llegaban a ese tramo llevaban 83km del total de 691km de la Absa Cape Epic. Los 26 del día anterior y 57km hasta ese segundo avituallamiento. Una distancia que debería ser más que asumible si el objetivo es completar 8 días de competición y estás en el primero serio. Del 3er avituallamiento a meta era una combinación de senderos sube-baja (máximo 80 metros de desnivel ascendido en un sólo repecho) con pistas e incluso tramos de asfalto.

Esta claro que la etapa no era especialmente dura en su diseño. De hecho era mucho menos exigente que otras primeras etapas de la Absa Cape Epic. Si has seguido la Absa Cape Epic sabes que, habitualmente, los diseñadores programan una primera etapa muy dura en casi todas sus ediciones.

Centrándonos en el calor. Sí, fue una jornada muy calurosa. Temperaturas máximas en la zona de 35 a 38 grados en el peor de los casos en las peores horas del día. Unido a un terreno que si algo no tiene son sombras. ¿Era un calor excepcional para esta región de Sudáfrica en esta época del año? No, y como tal no había emitida ninguna alerta sobre ello y la organización sólo advirtió, como suele hacer siempre, que sería un día de altas temperaturas. Sudáfrica, finales de verano, región árida, calor elevado. Nada nuevo en la Absa Cape Epic. Sólo la humedad adicional de rodar cerca del mar (algo que se percibía en el tramo final de la etapa, no en la ascensión principal del día que quedaba en la parte interior) provocaba una mayor sensación de calor.

Un biker a su llegada a meta en esa primera etapa. Foto Shaun Roy/Cape Epic/SPORTZPICS

Un biker a su llegada a meta en esa primera etapa. Foto Shaun Roy/Cape Epic/SPORTZPICS

De vuelta a los números, y gracias a que ese tramo donde se produjeron la mayoría de abandonos estaba entre dos avituallamientos, podemos saber que el equipo que lo hizo más rápido tardó 44 minutos en recorrer esos 15km. A una media de 20,4km/h. Sí, menos afectados por el calor, pero tampoco es algo nuevo de esta edición. Los primeros van más rápido y están menos expuestos al calor, pasa este año y ha pasado en todas las ediciones. Como referencia, el 100º equipo en ese tramo tardó 1 hora y 10 minutos. Lejos del doble del tiempo del más rápido. Dentro de la normalidad. Si vamos al equipo 300º es justo cuando marca la barrera de tardar el doble que el equipo más rápido, en concreto 1 hora y 29 minutos. A una media de 10km/h. Rozando el mínimo asumible.

A partir del equipo 500º los números evidencian un ritmo muy lejano al mínimo asumible para completar la etapa. 1 hora y 50 minutos. Una media de velocidad de 7,5km/h teniendo en cuenta que por medio hay una bajada y que de los 15km, 7 de ellos son totalmente por pista. ¿Se puede considerar preparado un deportista que, estando en el primer día de competición largo, afronta un reto de 8 días en un entorno que se presume caluroso y que rueda a una tercera parte de la velocidad del equipo más rápido? Obviamente no son los números que maneja la organización y que este año se ha encontrado en cuanto a ritmo de una parte de los participantes. Obviamente hablamos siempre sobre deportistas sin problemas de salud en el transcurso de la carrera o que hayan tenido que solventar averías graves durante la etapa.

A partir de aquí, y con un número considerable de equipos que sí completaron la etapa pero que lo hicieron muy en el límite (tratándose de la primera jornada) unido a una noche especialmente cálida (incluso con algo de lluvia que incrementó la sensación de humedad y bochorno) hicieron que lo más recomendable para preservar la salud de una parte de los participantes fuese recortar la jornada siguiente, que se preveía muy cálida y que, finalmente, no lo fue tanto.

Habrá que ver en el futuro como influencia este hecho al diseño de los recorridos de la Absa Cape Epic que ya vienen siguiendo la línea de menos kilómetros y menos horas sobre el sillín a cambio de algo más de senderos. También como se acaba estableciendo el sistema de clasificación que pretenden implementar a través de una serie de carreras por etapas que puntuarían (copia del sistema IronMan para acudir a la cita de Hawai). Nuevas incertidumbres para la prueba por etapas en la que todo el mundo tiene puesta su mirada.

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