Probamos la chaqueta Taymory B74

Continúa tras los patrocinadores

Destinada a protegernos del frío, su nivel de aislamiento está por debajo de la chaqueta Taymory B4, aún más específica para las bajas temperaturas. Con una buena camiseta interior podríamos establecer un rango de uso con temperaturas de hasta 5-8º en MTB, donde estamos menos expuestos a las altas velocidades y el viento.

Nada más cogerla destaca su capa exterior frontal, realizada en lo que denominan tejido Subzero. Es un tipo de tejido que hace de freno al viento, justo en la zona que más golpea este elemento cuando vamos en bicicleta. La cara interna es muy cálida incluso al tacto gracias al uso de tejido Warmtech, el encargado de mantener nuestra temperatura corporal.

En cuento a su construcción el cuello, ligeramente más alto de lo habitual, es otro elemento de protección adicional contra las bajas temperaturas. Como es de esperar tiene cremallera completa, de funcionamiento suave y sólido. Incorpora gomas en las mangas y la parte baja de la chaqueta para ayudar a que se fije al cuerpo y no dejen espacios por donde pueda entrar el frío. Es un elemento importante para asegurarse que no se mueve en exceso. Los tres bolsillos de la parte trasera completan su diseño.

A la hora de ponérnosla queda claro que estamos ante una prenda de corte ajustado. Es importante saber escoger la talla correcta para sacar el máximo rendimiento. Escogiendo nuestra talla adecuada logramos tener una chaqueta totalmente ceñida al cuerpo, que se adapta a nuestros movimientos y que no es un obstáculo frente al viento. Algo ideal en invierno y en días fríos. La mejor forma de evitar que penetre el aire, ofreciendo una menor superficie de contacto con él, y a la vez impidiendo que se escape el calor. Todo ello sin contar con el factor aero, que también ayuda a desenvolvernos sin la molesta sensación de llevar un paracaídas que se hincha antes las ráfagas de aire.

El ajuste ceñido también es una ayuda cuando rodamos en tramos con mucha vegetación, puesto que dificulta que nos enganchemos con ramas u otros elementos similares.

En cuanto a su estética, Taymory siempre destaca por sus diseños atrevidos y coloridos, y aunque esté es uno de sus modelos más discretos queda claro que lleva el sello inconfundible de la marca.

Teniendo en cuenta su precio de 80€ estamos ante una gran prenda para usar durante el invierno en una gran parte de nuestro país, donde esta época del año no es especialmente severa. Su panel frontal frena el viento y es uno de los elementos clave de su diseño.