Julien Absalon ha vuelto a situar a primer nivel el debate sobre si las tijas telescópicas tienen un hueco en el XCO. Se trata de un componente que se abría paso hace unos años, al que muchos diagnosticaron poco futuro por su elevado peso, pero que bajo el empuje del enduro se ha hecho un hueco por méritos propios en esta disciplina. Prácticamente no se puede entender una bicicleta de Enduro, all-mountain o incluso trail, sin este componente.
El cross country es la disciplina donde más complicado parece ser introducir novedades de este tipo. La locura por el mínimo peso explica en parte que muchas buenas ideas nunca lleguen a aplicarse a la única modalidad olímpica del MTB. Sin embargo, cunado las ventajas que un componente otorga en nuestra comodidad de marcha, seguridad o velocidad superan al único inconveniente del peso, el camino hacia su popularización es seguro. Ahí están sino avances como el tubeless, los frenos de disco o los ejes pasantes. Elementos, todo ellos, más pesados que los sistemas o componentes a los que sustituían, pero que por las enormes ventajas que acarrean son ya más que populares.
De momento buena parte de los nuevos cuadros de XC que se lanzan al mercado ya lo hacen con guías para poder instalar una tija telescópica. Está claro que los usuarios que compran sus bicicletas no siempre tienen las mismas prioridades que los profesionales de la competición. Aún así, incluso en las pruebas de Copa del Mundo, las tijas telescópicas se están abriendo camino. En 2014 la eslovena Tanja Zakelj (sí, la que fuera campeona de la general de la Copa del Mundo 2013 para nunca más volver a rendir al nivel de ese año) ya lo montó en más de una ocasión.
Como en otros componentes, la necesidad llama a su uso. Así, los corredores que creen que pierden tiempo en los tramos de bajada son los que están más dispuestos a cargar con el peso extra de una tija telescópica. El caso de Absalon es el más claro. Capaz de seguir, o incluso superar, a su archi-enemigo Nino Schurter en las ascensiones, los pocos segundos que el suizo le lima en cada bajada han sido clave en más de una carrera. Para el francés cualquier mejora en este terreno es vital. En su BMC ha montado un modelo de la marca LS, la LEV CI, en su versión de recorrido más corto (65mm) y el mando remoto al manillar. Añade entorno a unos 300 gramos a la bicicleta respecto a una tija convencional ligera (contando el mando de bloqueo), pero en camino ya hay versiones aún más ligeras con uso de carbono y pensadas de forma más específica para XC.
En el pasado también pudimos ver a Jaroslav Kulhavy con el modelo Specialized Command Post XCP, con un recorrido ultracorto de 35mm.
Y en la pasada edición de la Copa del Mundo vimos una obra de arte de carbono realizada a mano por Bike Ahead Composites para la bicicleta de Mathias Fluckiger, que podéis ver al detalle aquí.
Parece más que claro que con el gran número de marcas involucradas en la creación de tijas telescópicas, cada vez más de ellas decidan apostar por modelos más enfocados al XC.
¿Cómo es la tija telescópica ideal para el XC?
El propio Nino Schurter explicó, hace poco, el por qué no monta este componente. Sus explicaciones son las pautas de lo que debe seguir una tija telescópica para imponerse en el XC. Por un lado el peso. Con más de 400 gramos, los modelos actuales parecen pesados para todos. A base de mejores y más simples sistemas internos y materiales más ligeros (y caros), es algo que se puede ir puliendo. El recorrido que tienen debe ser corto, con lo que los modelos de enduro no suelen ser aprovechables. También se les exige ser más veloces, algo que si es fácilmente remediable. Y por último una barrera más grande de solventar, que se puedan bajar sin tener que poner nuestro peso en ellas. Es algo que también se pide para mejorar los modelos de enduro. Una funcionalidad que sólo parece ser posible con un modelo electrónico que cuente con un motor para comprimir la tija, y que podría estar conectado a la batería de un grupo Shimano Di2. Ideas que ya exploramos en el futuro de las tijas telescópicas.