1000 amantes de la bicicleta de montaña invadirán la ciudad de Girona este domingo. La Girona MTB Challenge se consolida como una prueba de referencia dentro del circuito de este deporte. Después del gran éxito de la primera edición era el momento de certificar las buenas vibraciones. La respuesta de la comunidad ciclista ha sido inmejorable y en las Ribes del Ter, frente al Pabellón Municipal Girona – Fontajau, se volverá a vivir el ambiente de las grandes ocasiones.
Si la cosa funciona, pocas teclas se deben cambiar. Klassmark sigue con la misma fórmula que catapultó la prueba el año pasado. 100 kilómetros y 2500 metros de desnivel positivo. Este es el reto para el próximo 10 de abril. La base del itinerario sigue siendo la del recorrido del 2015, pero la organización ha trabajado duro para introducir mejoras muy significativas. Se han abierto nuevos tramos de senderos para ofrecer un recorrido aún más espectacular. Aunque no hay tramos excesivamente técnicos, como son las trialeras, la Girona MTB Challenge requiere una buena condición física. Se trata de una auténtica maratón de bicicleta de montaña.
Un itinerario que se conocen bien Pau Zamora y Núria Surià, que el domingo tomarán la salida con la idea de volver a ser los más rápidos. Uno de los grandes alicientes será saber si el de BUFF (Pau Zamora) podrá revalidar la victoria de la primera edición ante un Oriol Colomé (Bicis Esteve) que llega en un buen momento de forma. Se tratan dos ciclistas de primerísimo nivel. Más allá de las posiciones de cabeza, el objetivo de la gran mayoría de corredores será completar el recorrido. Para muchos de ellos se trata del gran reto del año.
El disparo de salida de esta gran aventura tendrá lugar a las ocho de la mañana a las Ribes del Ter. Este espacio, y el Pabellón Municipal Girona – Fontajau, serán el centro neurálgico de la carrera con el punto de salida y llegada de la prueba. También habrá situado todos los servicios para los corredores, así como una zona de hinchables para los más pequeños. Desde Girona, las mil bicicletas subirán la carrera asfaltada hasta el Club de Golf dirección Sarrià de Ter. Un terreno ideal para estirar la carrera y coger una buena posición. A partir de aquí comienza la fiesta.
Los participantes abandonarán la carretera para adentrarse en un auténtico rompepiernas de senderos y pistas. A lo largo del recorrido encontrarán cuatro puntos de avituallamiento: en Taialà (km.23), en Palol de Revardit (km.42), en Canet d’Adri (km.62) y en el Serrat de la Malesa (km.79) . Además, deberán subir a tocar los 500 metros de altitud hasta en tres ocasiones. La última de ellas, Sant Grau, a tan solo 15 kilómetros de la llegada. El recorrido permite descubrir uno de los grandes espacios de interés natural que rodea la capital gerundense. Los caminos del Valle de Llémena conducirán los corredores hasta rozar la Garrotxa.
La buena acogida de la Girona MTB Challenge es una prueba más de la estrecha relación que guarda la ciudad de Girona con el ciclismo. La capital se ha convertido en el lugar idílico para la práctica de este deporte, indiferentemente de la disciplina, tanto para profesionales como aficionados de la bicicleta. La nueva denominación DTE (Destino de Turismo Deportivo) de la ciudad por parte de la Agencia Catalana de Turismo recalca este hecho. La carrera organizada por Klassmark es un buen ejemplo. Cada vez son más los que quieren conocer la grandeza de nuestro territorio de una manera muy diferente: dando pedales.