Riccardo Chiarini aterrizaba en el BTT esta misma temporada. Lo hacía sin ningún bagaje destacado en esta modalidad y para formar parte del equipo Topardo Factory Team, donde sería la pareja del belga Roel Paulissen (que cumplió 2 años de sanción al dar positivo en otro control antidoping y que volvía a la competición hace un par de temporadas).
Chiarini llegaba al BTT procedente del ciclismo profesional de carretera, donde compitió desde 2006, tomando parte en dos Giro de Italia en 2008 y 2009, acabando en las dos ocasiones. Su último equipo fue el Androni Giocattoli, donde estuvo desde 2011 hasta 2013. En su palmarés tan solo figura una victoria como profesional de carretera, en 2010.
Tras su paso al mountain bike, la Absa Cape Epic se convertía en su máximo objetivo. Junto con Paulissen lograban una sensacional actuación acabando en la 4ª plaza, sin duda el equipo más sorprendente del top-10.
Ahora se ha dado a conocer que el corredor ha dado positivo por EPO en un control efectuado el pasado 7 de mayo fuera de competición. El test, realizado por la WADA, era parte del programa del pasaporte biológico, al que aún pertenecía Chiarini por su condición de ciclista profesional en 2013.
A la espera de saber si el corredor solicita el contraanálisis, el equipo Torpado Factory Racing se ha desvinculado del asunto y ha suspendido al corredor con efecto inmediato.
Aunque el test es posterior a la Absa Cape Epic, la prueba cuenta con una estricta política antidopaje que va más allá de las normas de la UCI. De hecho, y ante este suceso, el biker italiano tendría vetado de por vida la participación en la prueba africana en virtud de su código de conducta limpia estrenado hace unos meses.