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La Ruta de los Conquistadores, más que una carrera, una aventura

Una de las pioneras en pruebas por etapa. Una carrera única en un entorno privilegiado y con pasos inigualables. Un completo reportaje de la peculiar Ruta de los Conquistadores

Hace más de 20 años se inició una de las carreras pioneras en el formato por etapas. Una prueba adelantada a su tiempo, y que en sus inicios era más una aventura que una competición. Cruzar Costa Rica desde el Pacífico hasta el Caribe, siguiendo la ruta que hicieron los conquistadores españoles Juan de Cavallón y Perafán de Ribera en 1560. Todo ello recorriendo el interior de un país que es uno de los que mayor bio-diversidad tiene de todo el planeta. ¿Algún ingrediente más? Sí, superar puertos de más de 3.000 metros, bajadas de más de 1 hora, cruzar el impresionante parque natural de Carara y atravesar puentes colgantes de vías del tren con tu bici a los hombros. Todo ello en sólo 3 días.

La prueba arranca, como es habitual, en la población de Jacó, y lo hace con la etapa más dura y exigente de todas. 110km y más de 3.400 metros de desnivel positivo hablan por si solos. Pero lo peor no son esos datos, lo peor es el terreno que te encontrarás. Desde el nivel del mar la prueba se va adentrando en la jungla poco a poco, hasta llegar al parque de Carara. Un sálvese quien pueda a través de un sendero repleto de barro, de subidas y bajadas complicadas y en un entorno más que increíble. Sentirás la naturaleza como pocas veces lo podrás hacer junto a una bicicleta.

Carara es una de las numerosas reservas naturales del país, y en ella te puedes encontrar de todo. Sin ir más lejos, este año el paso de la carrera coincidió con la visita de esta «pequeña» intrusa, una boa de generosas dimensiones, que es uan de las habitantes de la zona. Un aliciente más para no bajar nunca el ritmo. Tampoco hay que olvidarse de la temperatura, con de 30 a 35º en un clima totalmente tropical.

Esta primera jornada es la más larga en tiempo, pero no en kilómetros. La llegada al El Rodeo supondrá el final de una larga jornada para todos. Un día en que los primeros clasificados suelen rondar las 5 horas sobre la bicicleta.

Sobre la competición, de nuevo se presentaban bikers de primera fila mundial, como el caso de Todd Wells, que ya venía de competir en La Ruta de los Conquistadores anteriormente. Pero si por algo se caracteriza la carrera es por el altisimo nivel que demuestran siempre los bikers locales, algo que hizo que durante muchos años ningún corredor foráneo pudiese ganar la carrera a pesar de que bikers de nivel internacional acudían año tras año. Frischknecht fue uno de los primeros en lograrlo.

Esta primera etapa, que define mucho la clasificación, sirvió para que Marconi Durán diese toda una exhibición y ganase con más de 11 minutos sobre Wells y Alex Grant, otro gran conocedor de la carrera. «No partía como favorito, y creo que por eso me dejaron ir y me dieron más margen. Fue clave entrar primero en Carara como había planeado» explicaba el ganador en meta.

La segunda jornada está marcada por una ascensión. Sí, sólo una. La que lleva a los corredores a los alrededores del impresionante volcán Turrialba, a 3.025 metros de altitud sobre el nivel del mar. Son 80km de recorrido, la mitad de ellos subiendo y la otra mitad bajando. Buena parte de la ascensión se realiza por pistas rápidas e incluso asfalto. La meteorología es clave. Puedes encontrarte con temperaturas de 3 a 5º en la cima de forma habitual, junto con nubes y lluvia. Si la niebla lo permite o si tienes la suerte de tener un día soleado, al inicio de la bajada podrás contemplar el imponente cráter del volcán muy cerca, rodeándolo en el inicio de una frenética bajada has el pueblo de Turrialba.

Aquí sí, encontrarás un terreno de piedras brutal en el inicio y podrán a pruebas tus brazos y tu material. Tanto subiendo como bajando deberás hacer frente a rampas del 30%.

Este año la etapa servía como reivindicación del corredor que más a dominado esta carrera, Paolo Montoya, que ganó la pasada edición y que se impuso en este día. «Desde el inicio decidí atacar, hoy era a morir y así lo hice, sufrí un poco en altura después de la parte nueva de San Juan de Chicua, comencé a bajar primero, por ahí me tenían cerca en la travesía para llegar al Volcán Turrialba y en la última parte cuando sabía que podía ser primero ataqué para descontar” explicaba el ciclista en la meta.

Todd Wells pinchaba y perdía parte de sus opciones a pelear por la general. El líder, Marconi Duran, se mantenía firme en la general.

La última etapa es la más larga de todas, pero quizás la más asequible. 121km para llegar a Playa Bonita, en Limón, en pleno Mar Caribe. Una etapa con algunas ascensiones exigentes en el inicio pero que después siempre cuenta con terreno favorable de cara al mar, y muchas zonas de rodar.

De esta etapa destaca el paso por las vías del tren, una locura que sólo vivirás aquí. Ya no es el hecho de pasar sobre los travesaños de madera que unen las vías del tren en bicicleta, una de las peores torturas a las que te puedes someter con una mountain bike (la Paris Roubaix es un paseo por el parque comparado con eso). El punto más conflictivo es el cruce de los puentes sobre ríos. Deberás ir paso a paso, con tu bicicleta en la mano, andando de travesaño en travesaño, en un puente sin fondo y caída libre, donde sólo unos centímetros de madera, en los que apoyas tu pie con miedo, te separan de una buena caída. A todo esto, la madera siempre suele estar húmeda y no siempre están todos los travesaños que deberían. Unido a que esos pasos llegan en el final de la etapa, con las fuerzas justas, es algo que ningún participante olvida jamás.

Como tampoco se olvida la llegada a Playa Bonita, con la meta en la misma playa y el obligado baño en el Caribe para celebrar el final de una gran carrera.

Esta última jornada vio el triunfo del hombre Ruta, Federico Lico Ramirez, el corredor con más victorias en la carrera, que se llevaba la última etapa. Pero la general era para Marconi Durán, que supo aguantar los ataques para ganar la carrera en su primera participación.

“Creo que hicimos un buen trabajo de principio a fin, nos preparamos mucho y bastante bien, al principio no era de los favoritos y quizás eso me favoreció en su momento, pero bueno, al final todo salió muy bien. Todo mi equipo está feliz,en muchas ocasiones quisieron ganar la carrera y no lo habían hecho”, expresó Durán.

Tras 307 km y tras pedalear por todo tipo de terrenos, los más de 450 bikers que se apuntaron este año, representando a 32 países diferentes, pudieron disfrutar del Caribe y de lograr un reto más que importante dentro del mountain bike. La Ruta de los Conquistadores es, por muchos factores, una carrera única e inimitable, incluido su «Pura vida».

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